Donde Jimin es un chico adolescente con un problema llamado Albinismo Oculocutáneo, él con sus amigos empiezan una investigación, pero al investigar se llevan una gran sorpresa.
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Un hombre con cabello de un tono grisáceo oscuro con ojos cafés se encontraba caminando hacia el sótano de su casa, estaba enojado, chocaba a todos los que se cruzaban por su camino, tirando insultos mientras era seguido por sus guardias.
Al llegar al sótano, se dirigió hacia un guardia que se encontraba mirando a un chico de cabello azabache con sus brazos extendidos hacia arriba sujetado por unas cadenas, este tenía todo el rostro ensangrentado, su ojo izquierdo estaba rojo y apenas podía ver, su abdomen tenía rasguños y muchos golpes.
-Muévete- le dijo al guardia y arrimó una silla en frente del chico -no vas a decirme donde está.... no es así?- lo miro con una media sonrisa y una ceja levantada -acaso.... quieres morir?- se acercó al chico y lo miro desafiante.
-y-ya se los dije..... q-que no se... nada...- dijo apenas casi inaudible, pero el mayor que tenía en fentre lo pudo escuchar
-no sabes...- miró al chico unos segundos y luego soltó una risa efímera para tomar la mandíbula del chico haciendo que lo mire fijamente -escúchame bien idiota, no soy estúpido, sé que trabajas con ese bastardo..... habla o te sacaré esos lindos dientes que tienes- le sonrió de forma macabra.
-juro q-que no se nada....- trago saliva y miró al hombre con su ojo derecho.
-Así que lo juras....- miró a su guardia haciéndole una señal, a los segundos vino con una pinza y se la entregó al mayor -habla...- dijo acercando el objeto a su boca.
-s-se lo juro...- dijo queriendo alejar su mandíbula, pero fue en vano, su agarre se volvió más fuerte -e-esta bien!! Ya... por favor!- lo miró desesperado, rl hombre suavizo su agarre y lo miro atento -s-si.. trabajo con ellos... pero...- dijo mirando hacia otro lado.
-Pero que- frunció el ceño esperando una respuesta.
-la última vez que los vi... f-fue ayer.... e-ellos me dejaron tirado en una calle... diciendo que y-ya no les servía... s-se iban a mudar... no me dijeron a donde... se los juro, es todo lo que sé-
-Bien... lamentablemente a nosotros tampoco nos sirves, así que te mataremos- se levantó de la silla dirigiéndose hacia la salida.
-No! Por favor... déjenme ir... haré lo que sea!! Por favor!- suplico el chico con lágrimas cayendo por sus mejillas rojas y con rasguños.
El hombre de cabello grisáceo paro su paso para luego hacer una media sonrisa y les dio una señal a sus guardias para que se alejen del chico -así que... harás lo que sea...- se agacho a la altura que estaba el chico -entonces... tengo un trabajo para ti- lo miró con su media sonrisa -pero si me defraudas... te matare de la forma más dolorosa imbécil... si me entendiste?- le dijo con una sonrisa macabra.
El chico levanto un poco la mirada y miro fijamente al hombre con su ojo cristalizado y rojo por las lágrimas.
-Que tengo que hacer...-
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