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Tragué saliva con nerviosismo, sintiendo una punzada de ansiedad en el estómago que comenzó desde el momento en que pisé el avión. Supuse que era solo el miedo natural de un principiante, ya que era mi primer vuelo. Pero mi emoción por viajar a Chicago pronto se impuso sobre mi nerviosismo. Había esperado este momento durante muchos años, y finalmente la espera había terminado. La larga noche de oscuridad había llegado a su fin para mí, y finalmente estaba lista para dar inicio a una nueva vida, en una ciudad que me ofrecía la oportunidad de reinventarme y empezar de cero, sin las sombras del pasado que me habían definido hasta entonces.

Con el corazón lleno de esperanza y la mente llena de sueños, estoy lista para escribir un nuevo capítulo en mi vida, uno que esté lleno de posibilidades, oportunidades y experiencias que me permitan crecer y florecer como persona.

Tomé una respiración profunda y traté de calmar la ansiedad que me embargaba. Intenté distraerme sumergiéndome en las páginas de un periódico, pero mi concentración se vio constantemente interrumpida por el sonido de un niño jugando con un cubo de Rubik. El clic-clac del rompecabezas era hipnótico, pero también irritante, y no podía evitar sentir cómo mi frustración crecía con cada intento fallido de enfocarme en la lectura. Sentí un impulso casi irresistible de arrebatarle el juguete de las manos y hacerlo callar, pero logré contenerme, aunque apenas.

Más allá, una pareja mantenía una acalorada discusión en francés, sus voces susurrantes pero intensas, creando un ambiente tenso que se extendió como un velo entre los pasajeros. La atmósfera en el avión se volvió cargada, como si la tensión entre la pareja hubiera liberado una corriente eléctrica que recorría los asientos, haciendo que los demás viajeros se sintieran incómodos y miraran hacia otro lado, buscando escapar de la desagradable escena.

La azafata, con su sonrisa amable y profesional, se acercó a la pareja y se puso a charlar con ellos en un tono suave y calmado, probablemente intentando disipar la tensión y aliviar la incomodidad que se había generado entre los pasajeros. Su intervención pareció surtir efecto, ya que la discusión cesó y la atmósfera en el avión comenzó a relajarse de nuevo, permitiendo que los viajeros regresaran a sus lecturas, sus pensamientos o simplemente al descanso.

Mientras el niño continuaba su batalla con el cubo de Rubik, incapaz de alinear siquiera dos caras del mismo color, yo decidí buscar refugio en la vista que se extendía más allá de la ventana del avión. La mirada se perdía en el horizonte, donde el cielo se fundía con el mar en un abismo de azules y blancos. Me sumergí en la contemplación de ese paisaje sereno, dejando que la monotonía del vuelo y el suave zumbido de los motores me arrullaran hacia un estado de relajación, esperando que el sueño viniera a llevarme lejos de la tensión y el ruido del avión.

La tranquilidad del vuelo se vio abruptamente interrumpida cuando el avión comenzó a experimentar violentas sacudidas y temblores. Los pasajeros nos pusimos alerta de inmediato, sentándonos erguidos en nuestros asientos con una mezcla de alarma y aprensión. La mujer sentada a mi lado, notando mi nerviosismo, me dirigió una mirada tranquilizadora y me dijo con una voz suave y calmada:

—Tranquila, solo son turbulencias. Es normal que en esta época del año sean más intensas —. Su tono sereno y sus palabras reconfortantes lograron calmar mi ansiedad, permitiéndome respirar de nuevo con normalidad mientras el avión continuaba su trayectoria a través de las agitadas corrientes de aire.

Pero las turbulencias no daban señales de ceder, sino que aumentaban en intensidad, sacudiendo el avión con fuerza. La azafata, con una voz firme y calmada, se dirigió a nosotros desde el micrófono:

-Mantengan todos la calma, por favor. Estamos atravesando una zona de turbulencia, pero el avión está diseñado para soportar estas condiciones. Nuestro equipo de pilotos está trabajando para estabilizar el vuelo lo antes posible.

El Misterio De La Isla CursedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora