Un angel llora ⁑hyunIn⁑

𝑼𝒏𝒊𝒄𝒐 ❃

Las flores ya no llegan el poema se acabó, lo que un día fue amor en amargura se volvió...

El aun esperaba aquellas muestras de afecto que el amor de su vida le brindaba cuando empezaron su relación, en verdad quería volver a sentirse feliz, sentirse amado, más él sabía que eso jamás volvería a suceder.

Yang Jeongin esperaba cada día y cada noche una pequeña muestra de afecto por parte de aquel amor que jamás lo volvería ver de la misma manera que años atrás.

Poco a poco aquel amor que un día se juraron se marchitaba, tal cual, como una rosa, la soledad era su única compañía, no tenía nada, la única persona la cual le juro amor eterno le había partido el corazón de la manera mas cruel posible, le había sido infiel.

Muchas veces se quiso engañar de que el aun lo amaba, Hyunjin ya no era el Hyunjin que conoció en la secundaria, era un monstruo que lo mataba y lo volvía a construir con aquella perfecta sonrisa que sabía era falsa, pues el ya no lo amaba y que solo lo hacía para darle un rayo de esperanza que se esfumaba en menos de cinco minutos pues sabía que el en verdad ya no tenía sentimientos hacia él.

Cada día era lo mismo, la historia se repetía una y otra vez, fue golpeado brutalmente por su padre cuando le dijo que estaba en cinta de la persona a la que el amaba con todo su ser, aquella persona que ahora mismo no estaba a su lado como lo había prometido.

Fue echado de su casa como si no tuviera sentimientos y no fuera un humano, tal vez si ese día no hubiera caído ante el mayor, el probablemente ahora seria feliz.

Perdió al ser que crecía en su vientre, le dolió claro que le dolió.

Aun recuerda como llego llorando a casa del mayor quien lo recibió con una sonrisa y le juro que todo estaría bien, y el en verdad creía que así seria para toda la vida. Observo desde su cama que la noche había llegado, otra vez había estado solo, llorando en silencio.

Lentamente se levantó de aquella fría cama que era testigo de cada lagrima y grito ahogado y se dirigió al pequeño jardín donde como cada noche observaba las estrellas, siendo abrazado por la luna, empapando una vez mas aquellos orbes oscuros que con el paso del tiempo habían perdido su brillo natural.

Con pesar se sentó en frio suelo cubierto de nieve abrazando sus piernas, cada día se preguntaba que había echo mal para sufrir demasiado.
Inconscientemente sonrió al recordar el día en que se entrego en cuerpo y alma a la persona que él creía correcta, si pudiera regresar el tiempo se detendría en el día que su mejor amigo le dijo que no se metiera con alguien que apenas acababa de conocer.

Chan tenía razón él no era el indicado muchas veces su amigo le pidió que lo dejara porque su vida ya no era vida, y se dio cuenta de cuánta razón tenía su amigo en sus palabras, Hyunjin dejo de ser el desde que conoció su verdadero rostro.

Su vida había perdido todo sentido de existencia.

Bajo ese oscuro cielo rodeado de brillantes estrellas recordó cuando Hyunjin le pidió ser su novio, lentamente hizo una pequeña lista mental de las cosas que el mayor había hecho por él, no lo negaría ni ahora ni nunca se arrepentía de haber confiado ciegamente en él.

Observo su muñeca donde tenia tatuada la fecha del inicio de su relación y lloro, lloro demasiado lastimando su piel tratando de borrar el día en que firmo su sentencia de por vida.

- Aún te amo - dijo en un débil susurro que apenas fue audible para el mismo - te amo como no tienes una idea Hwang Hyunjin - entre saladas lagrimas miro aquel pequeño rosal donde yacían las primeras flores que el le regaló, cada día las cuidaba brindándoles amor, esas pequeñas flores que morían y revivían al igual que el - mis princesas - estiro su mano hacia una de las flores cortándola y oliéndola al instante, aquellas rosas azules con las cuales él lo enamoró - no las podré seguir cuidando - esa parecía una despedida - espero que el de verdad sea feliz - siguió ahí alrededor de una hora mas hasta que el frio hizo acto de presencia - me hubiera gustado ser como una rosa para ser tratado con más amor - fue lo ultimo que dijo antes de levantarse sin fuerzas para ir a la habitación donde los últimos dos años se la había pasado prácticamente solo.