Capítulo 3

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~11 años~

-¡Alex! -grita un emocionado Peter Pan entrando por la ventana.

Al entrar en la habitación la sonrisa desapareció y el ceño fruncido fue presente. La habitación en la que se encontraba estaba vacía y con las luces encendidas. ¿Y Alex?

Peter miró a Campanilla que también estaba buscando a la niña castaña. Todos los años que habían estado visitando a Alex ella siempre estaba en su habitación; leyendo, jugando, a punto de acostarse en la cama, pero siempre estaba en su habitación.

-¿Dónde está? -preguntó Peter a Campanilla.

La hada se encogió de hombros y salió de la habitación para ir por la luz del pasillo, Peter la siguió, tal vez así encontrarían a Alex.

-¿Si? Pero yo pensaba que... -se oía la voz de Alex, parecía un poco mas madura que en la anterior visita.

Peter caminó hasta donde se oía la voz de Alex y cuando la vio, se escondió. Ahí estaba Alex con una sonrisa feliz y hablando por el teléfono.

-Alex cuelga el teléfono, es tarde -se oía a un hombre, desde una habitación de la casa.

-¡Vale! -contesta Alex-. Dave mi padre dice que es muy tarde, tengo que colgar... Si, nos vemos el lunes... Adiós.

Peter frunció el ceño y de sus labios salió un gruñido. ¿Dave? ¿Quién era Dave? Nunca antes había oído hablar de un tal Dave... Además esa sonrisa solo la usaba con él, Peter Pan no con un Dave que no sabía dónde había salido.

-¿Que quería Dave? -pregunta una mujer castaña, saliendo de su habitación.

-Nada... -contesta extrañada Alex por la llamada-. Solo quería hablar... -dice, sonríe al identificar una pluma roja-. ¿Peter? ¿Campanilla? ¡Sois vosotros!

Peter masculló algo incomprensible, le habían descubierto espiando. Sonrió nervioso y fue con ellas. Jane le miraba con una sonrisa divertida y Alex le miraba sorprendida, pero como siempre que le veía le abrazó con fuerza, Peter no tardó ni dos segundos en corresponder al abrazo.

Ahora que la abrazaba se daba cuenta de que Alex estaba mas alta. Su pelo castaño ya llegaba por la cintura y su cara redondita iba volviéndose más fina.

Jane miraba la escena con una sonrisa satisfecha. Las cosas iban muy bien entre Peter y su hija.

-¿Peter porque no me habías avisado de que estabas aquí? -preguntó Alex separándose de él.

-Estabas ocupada -contestó Peter refunfuñando.

-Oh... ¿Estaba ocupada? -se preguntó así misma-. Solo estaba hablando con Dave...

-¿Quieres algo de comer? -preguntó Jane, mientras su hija estaba pensando en qué estaba ocupada.

-No, gracias Jane -contestó con una sonrisa-. ¿Vamos al país del Nunca Jamás Alex?

Alex seguía en su mundo pensando en que estaría ocupada como para que Peter no la hubiera avisado de su llegada... De repente en su vista aparecieron dos ojos verdes mirándola, estaban muy cerca suyo. La primera reacción fue sonrojarse y después alejarse ocasionando que se pegara contra la pared.

-Ay -se quejó Alex, rascándose la cabeza-. ¡Peter, no me asustes!

El mencionado frunció el ceño, siempre que la veía parecía más una chica, se comportaba más femenina. Aunque antes tuviera el pelo largo y era cariñosa, su forma de ser... No era tan chica. ¿Eso tenía sentido?

-Eso es por ser enana -se burla él.

-¡Idiota! -replica ella.

Y ahí estaba otro cambio, desde hacía dos años ya no inflaba sus mejillas y arrugaba su nariz, solo se limitaba a llamarle idiota.

Volví por ella [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora