𝓟𝓮𝓻𝓬𝔂

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Pov: Bianca

Ya quedaba poco para irme, solo quedaba 1 día.

Definitivamente estoy muy ansiosa, pero no sabía qué le diría a Nico; se lo prometí, pero tenía que solucionar el problema lo antes posible.

Me dirigí a la cocina en donde se encontraba Hazel, cocinando el desayuno.

—Hola Hazel ¿Qué haces?

—Haciendo el desayuno.

—MMM, que rico.

—Gracias, oye ¿podrías llevarle la comida a Nico en su habitación? Me dijo que se sentía muy mal. Le duele su pierna.

—Okey —tome la comida y me la lleve con mucho cuidado a la habitación de Nico.

¡Toc, toc!

- ¡Pase!

Abrí la puerta con lentitud, me acerqué y coloqué la comida en la mesita.

— ¿Qué tal te sientes?

—Bien, ya me siento mejor.

—¿Cuándo te vas, Bianca? —dijo Nico sin esperar mi respuesta. Sus cejas se arquearon con una expresión de enojo o tal vez molestia.

—Mañana, mañana me voy.

—Bueno, pero ¿qué hay de la promesa que me hiciste, y qué hay del cumpleaños de Percy?

Me llevé la mano al cuello. Este era el problema. ¿Qué le digo? No me salían las palabras, la voz me fallaba.

—Amm, yoo... Hee, es que

—Bianca, te pregunte algo.

—Nico, mira yo sé que te lo prometí, pero este momento siempre lo había esperado.

—Lo sé; siempre dices lo mismo.

—Pero esta vez es verdad —Nico se cruzó de brazos; por su expresión supe que lo estaba pensando.

—Está bien solo por hoy.

— ¡Gracias, Nico!

—Sí, pero ¿y de Percy?

—Amm, ¿qué te parece si voy ahora a su casa?

—Me parece una buena idea.

—Okey, entonces iré ahora mismo con Percy —me despedí rápido de Nico y salí de su habitación. —Adiós, Nico nos vemos.

—Me dirigí rápido; cuando iba bajando las escaleras percibí un aroma tan agradable que mi nariz me obligó a bajar con más rapidez.

¡Por los dioses ese aroma era el pastel más hermoso y más azul que jamás había visto!

—¡Hazel, woaww! —supongo que mi voz sonaba tan ridícula.

—Jeje, gracias, Bianca, mamá y yo estuvimos trabajando en él.

—Es precioso.

—Percy lo amara —dijo Hazel contemplando cada pedazo del pastel.

-Si, lo disfrutara

En ese momento escuché la voz de mamá que gritó desde el piso de arriba.

- ¡Bianca!

No le tarde en contestar —¡Sí, que pasa!

¡Bianca, podrías llevarle a Percy el pastel!

—Ehh, ¡si eso era lo que iba a hacer!

—Es mejor que te apresures, a estas horas Percy sale a practicar surf —le dijo Hazel, entregándole en las manos el pastel.

𝕰𝖑 𝖛𝖊𝖗𝖉𝖆𝖉𝖊𝖗𝖔 𝖘𝖆𝖇𝖔𝖗 𝖉𝖊𝖑 𝖆𝖒𝖔𝖗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora