𝓔𝓹𝓲𝓼𝓸𝓭𝓲𝓸 27

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Brick dejó que Saimai se acercara a su bebé, Aob, por un rato, hasta que llegó la hora de la leche. Day le trajo el biberón a Brick, quien le dio de comer a Aob mientras Saimai lo acariciaba y no se separaba de él. Parecía que Saimai se preguntaba qué era esa criatura tan pequeña en los brazos de Brick, quién era, pero no se abalanzó sobre él. Seguía frotando su barbilla y su nariz contra las piernas de Aob de vez en cuando, mientras Day estaba sentado detrás, frotando la espalda de Saimai.

"Al principio me preocupaba que Saimai hiciera un lío, pero al verla así me tranquilizo", dijo el padre de Brick.

"¿Entonces puedo dejar que Saimai se quede en casa?", preguntó Brick.

"Deja que Aob crezca durante un mes, yo traeré a Saimai para que venga a visitarlos seguido", insistió su padre. Brick asintió, no discutió. Cuando Aob terminó de tomar su leche, la madre de Brick se ofreció a cargarlo para que eructara y lo metiera a dormir. Brick se fue a lavar la ropa, a limpiar el biberón y a lavar la ropa de su hijo, seguido por Saimai. Day se quedó charlando con el padre de Brick sobre el negocio.

"¿Estás bien, Day?", preguntó la mamá de Brick, sentada en el corralito con su pequeño Aob, que se había vuelto a dormir.

"¿Te refieres al bebé?", preguntó Day. La mamá de Brick asintió.

"Sí, estoy bien. Al principio me sentí un poco nervioso, pero ya me estoy acostumbrando", respondió Day.

"Me alegra escuchar eso. Cuando Pim regrese a Estados Unidos y necesiten ayuda con algo, no dudes en llamarme, ¿de acuerdo?", insistió la mamá de Brick. Day aceptó.

"Y sobre el tema de raparle la cabeza a Aob, ustedes deciden. Si no quieren hacerlo, no hay problema. Ya lo hablamos con la abuela, todo queda en sus manos", dijo el papá de Brick.

"Gracias", respondió Day. Todos estaban de acuerdo con la decisión de la pareja.

Day se quedó un rato más hablando con el papá de Brick, y luego se fue a ver a Brick en la parte de atrás de la casa.

"¿Necesitas ayuda con algo?", preguntó Day al ver a Brick doblando pañales y ropa del bebé. Como usaban una secadora, no tenían que poner la ropa a secar, lo que les ahorraba tiempo.

"No, ya casi termino de doblar la ropa aquí", respondió Brick con una sonrisa.

"Ja, no pensé que te vería haciendo esto", dijo Day en broma.

"Bueno, ¿no deberíamos crecer un poco? Ya tenemos un hijo", respondió Brick con una sonrisa, mirando a Saimai.

"Siempre me sigues; a donde voy, tú vas como una sombra", dijo Brick.

Pero se sentía bien de que Saimai todavía lo siguiera y no lo olvidara.

"Ten paciencia, Saimai, solo falta un mes", le dijo Day a Saimai. Saimai ladró en respuesta. Cuando Brick terminó de doblar la ropa, Day la guardó en el armario de su hijo. Luego se sentó a conversar con sus padres y almorzaron juntos. Desde que la mamá de Brick llegó, él pudo descansar un poco, ya que ella se encargaba de todo. Brick pudo jugar con Saimai hasta la hora de irse. Tomó la carita de Saimai y la besó con cariño.

"Nos vemos, Saimai. No seas travieso", dijo Brick antes de que sus padres llevaran a Saimai al auto y regresaran a casa.

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Ya ha pasado más de una semana y nuestro pequeño Aob ya está por cumplir un mes. Mañana, Day y Brick lo llevarán al hospital para que le pongan la segunda dosis de la vacuna contra la hepatitis B. La familia de Pim ya se regresó a Estados Unidos. Pim extrajo mucha leche materna; hasta Salmon lloró un poco porque quería quedarse con Aob, pero al final tuvo que volver a la escuela.

"D.A.B.5"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora