𝑩 𝑬 𝑻 𝑻 𝒀

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No es que no te ame.

Es el sonido de lloriqueos desesperados que resonaban desde la habitación de al lado todas las noches, cada vez más fuertes y desesperados, unos que fui lo suficientemente idiota como para ignorar.

Son los suspiros cansados que pasan desapercibidos en todas las mesas, pero que ahora pareces más audibles que nunca.

Es la risa que resuena en las paredes de una habitación vacía que alguna vez estuvo llena de vida, pero que ahora simplemente parece acumular fantasmas.

No es que no te ame, son las pequeñas manchas rojas de sangre que mancharon los rincones del baño durante un año entero y nadie vio.

Es el recuerdo de alguien que se está muriendo por dentro a cada segundo que transcurre, sin que nadie lo note.

También es la voz quebrada de mi madre, desgarradoramente desesperada e insoportablemente afligida, cuando me llamo a las 15:32 de un lunes 31 de Octubre de 2005. Nunca voy a olvidar ese día. Jamás.

Son las pequeñas lagrimas apenas visibles que corrían la tinta de una carta que me perseguiría hasta el día que muriera y son los gritos desesperados que se escucharon desde la casa de al lado durante una semana entera hasta ser reemplazados por mi propio llanto desolado e inconsolable.

No es que no te ame. Es el hábito de comenzar a correr todos los días, sin falta, perdiendo el aire, y todo solo para visitar la tumba gris de alguien que alguna vez fue la persona a la que más amé en el mundo. Mi soporte. La persona que me cuidó cuando mis padres no estaban y quien me dió la bienvenida en su cama cada vez que tenía pesadillas.

Es llorar cada 23 de enero, festejando sola el cumpleaños de alguien que no soy yo, alguien que debería soplar las velas de un pastel morado que sabe a poco y que esta quemado en la base porque así nos quedaba cada vez que intentabamos cocinar a pesar de seguir la receta al pie de la letra. Nunca aprendí a hacerla bien. Ya no se si quiero.

No es que no te ame. Son los sollozos de una, dos, tres, seis, diez, doce personas que leen una misma carta escrita con un dolor desgarrador que destruye y mata con cada palabra escrita en tinta mortal.

31 de Octubre, 2005, 14:57

Querido lector:

Si estás leyendo esto, es porque finalmente alcancé mi límite. Lo siento, pero no puedo aguantarlo más. Cada día es una tortura. En este año aprendí que el hecho de que tu corazón lata o respirar no significa que estés vivo. Porque hace mucho tiempo que yo estoy muerta por dentro.

No culpo a nadie que no se haya dado cuenta de lo que me pasaba. Soy consciente de que era extremadamente buena en ocultarlo y aparentar que todos estaba bien. Pero si me siento dolida por todas las personas que fueron avisadas y desestimaron la situación. Diciendo que era algo pasajero. Diciendo que la depresión es una excusa. Porque son esas mismas personas las que después actúan sorprendidas cuando alguien se suicida. Alegan que si hubiesen sabido, habrían hecho algo. Pero es mentira, mentira.

Porque cuando estás vivo, nadie te da un abrazo, pero cuando te vas, nadie quiere soltarte.

No lloren porque morí hoy, lloren porque morí hace mucho.

Perdón a mis padres. Y a mis familiares. También a mis mejores amigos que estuvieron a mi lado en todo momento, excepto cuando más lo necesite. Perdón a todos. Sepan que lo hice por una razón. Perdón, perdón, perdón en especial a Betty, a quien voy a extrañar más que a nadie.

Con el poco amor que me queda para ofrecer;

Olivia.

Traté de avisarles a mis padres. Como siempre, no me escucharon. No debería sorpenderme. Nadie te cree cuando dices que una persona que parece dejar un trazó de flores y colores vívidos por donde camina tiene depresión. Creen que es mentira. Es más fácil ignorar la situación que afrontarla. Pero todo ser humano tiene su límite, y mi hermana había alcanzado el suyo.

Ironicamente, fueron ellos quienes vinieron tocando mi puerta. Me habían conseguido una cita con un psicólogo. Me hubiese reido si no estuviera tan ahogada en mis propias lágrimas, calientes y saladas, clavandose en mi piel como agujas de hielo.

En conclusión, no es que no te ame. Es que estoy aterrada de perderte. Aterrada de que te vayas. De que me dejes sola y desprotegida. Aterrada de volver a pasra por el mismo dolor que sufrí hace casi 20 años y que, de alguna manera, nunca desaparecerá.

No es que no te ame. Es que realmente lo hago.

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⏰ Última actualización: Sep 11 ⏰

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