Capitulo 23 ♫

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Sunghoon se colgó la maleta del hombro y continuó tecleando en su celular, enviando el mensaje enseguida, mientras le daba una mordida a su hamburguesa e ignoraba las miradas de Heeseung.

- ¿Y esa sonrisa mientras escribes?

Levantó la mirada, arqueando una ceja de inmediato.

- No estoy sonriendo.

- Si fueras una persona cualquiera, diría que no estás sonriendo, pero en ti, cualquier señal en la que estires los labios es extraña.

- No me molestes.

- ¿Tu nueva víctima en la lista es alguien que conozco?

- No.

Heeseung frunció el ceño y se llevó su bebida energética a los labios, luciendo interesado.

- ¿Tiene buenos pechos?

- Tiene buen trasero - le cortó, torciendo un poco el extremo de sus labios.

- ¿Pero no era un requisito tuyo que tenga buenos pechos?

- He cambiado mi punto de vista.

El muchacho soltó una carcajada y le dio una palmada en la espalda, despidiéndose antes de continuar con su camino. Al parecer, le había perdonado la última vez en que lo lanzó frente a medio mundo sobre la tipa que intentó flirtear con él. Se metió en su vehículo y lo puso en marcha, llegando a su destino en menos de diez minutos. Haber estado cuatro horas seguidas escuchando la chillona voz de la vieja de estadística debió haberle resultado aburrido y desesperante, pero no; todo había cambiado cuando empezó a enviarle mensajes de texto a él.

Descendió del vehículo, se rebuscó el manojo de llaves en el bolsillo y giró la perilla de la puerta, quedándose tieso al ver a Sunoo sonriendo alrededor de muchas bolsas esparcidas sobre los sofás, abriéndolas todas y sacando diferentes camisetas de cada una de ellas.

- ¿Qué es todo esto?

El menor elevó la mirada y continuó sonriendo con el mismo chispazo que aparecía en sus ojos y en sus mejillas cada vez que lo veía aparecer. Soltó todo lo que tenía entre manos y corrió hacia su lado, ayudándole a despojarse de su mochila para luego dejarla sobre uno de los sofás.

- Es ropa que tu madre me ha comprado para las clases. Le he dicho que lo descuente de mi sueldo, pero me dijo que era un regalo - Sunoo se encogió, empezando a arreglar todo el desorden - Por cierto, Hoonie, tu hermana dejó dicho que mañana haría una reunión para anunciar su relación con Riki y desea que estés presente.

Sunghoon abrió los ojos como platos y se acercó más a él, sintiendo su respiración cerca de la suya.

- ¿Anunciar su relación? ¿Está loca? ¿Por qué no me lo dijiste?

- Tenía miedo de seguir interrumpiéndote en clases.

- Tú nunca me interrumpes. Las clases pueden irse al diablo si estoy hablando contigo.

Sus manos envolvieron su delgada cintura y atrajo su cuerpo con facilidad, casi rosándole tentativamente sus carnosos labios durante algunos segundos. Su fragancia empezó a colarse por todos sus sentidos y a provocarle ese sentimiento que se desplazaba por sus venas, lo idiotizaba al instante y le llevaba a hacer cosas que no hubiese hecho en otras situaciones por el simple hecho de que le resultaban ridículas y absurdas.

Pedazo de mierda de sentimiento. Estaba demasiado jodido. Demasiado.

Lo acercó más hacia su cuerpo y lo soltó, siguiendo sus movimientos con una media sonrisa dibujada en el rostro.

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⏰ Última actualización: Aug 21 ⏰

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