En momentos de peligro el miedo a la muerte y el instinto puede ser quien nos salve aún cuando no puedas confiar en nadie el amor aveces no es suficiente, también necesitamos confianza o una luz de esperanza
Tras una larga noche en el bosque al fin logro regresar pero en cuanto puso un pie cerca del campamento en donde varios de los discípulos y líderes se encontraban, fue rodeada y apuntada con espadas, a nadie le importó el lo cansada que se veía o la humedad de su ropa, en lo único que se fijaron fue en su ropa cubierta de sangre y la pequeña cortada que tenía su mejilla.
—Madam Yu queda usted detenida por el ataque a los discípulos de diferentes sectas...— mientras el cultivador hablaba otros la sostuvieron para que no intentará escapar o algún movimiento sospechoso —llevensela—
Apesar de estar siendo llevada como una delincuente mantenía la cabeza en alto como siempre y camino a pasa firme ignorando las miradas que recaigan en ella.
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Al llegar la mañana el líder Jiang recibió la noticia que su esposa se encontraba detenida y que sería juzgada en Caiyi, para el era un tema frustrante por qué debería encargarse del asunto, pero no era el único desconcertado, sus hijos incluyendo Wei Ying estaban confundidos pues la mujer había dejado de estar a la defensiva y su carácter se había calmado o eso habían pensado.
—Esto no tiene sentido, madre no cometería tal imprudencia sin una razón— comento el heredero de Yunmeng, Jiang Cheng se negaba a creer que su madre intento asesinar a esos hombres y provocar una revuelta como se decía
—Madam Yu quizá no estaba de buen humor o quizá paso algo— el joven de túnicas grises y rojas no sabía que pensar en realidad lo único que conocía de la mujer era su lado severo aunque era consciente de que también era una mujer calculadora
—Debemos esperar para saber lo sucedido— la mayor de los hermanos hablo tratando de calmar un poco a sus hermanos pero ella también pensaba en algún motivo que pudiera desatar tal furia de su madre.
El mayor escucho en silencio la conversación de los menores y después de un momento salió dirigiéndose hacia donde se encontraba encerrada la madre de sus hijos.
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Mientras tanto la dama permanencia sentada en el catre de aquel cuarto la tenían como si fuera una criminal sin saber la verdad. De entre sus ropas saco una daga y la miro con atención, aquello era lo único que tenía para demostrar su inocencia, miro con atención el mango en donde pudo divisar un símbolo que sin duda era de alguna secta.
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Estaba bastante cansada que apenas podía pensar con claridad, estaba con hambre y sed pero se mantenía firme tratando de recordar en donde vio ese símbolo cuando escucho pasos, miro hacia las rejas y divisó la figura de su esposo por lo que se puso de pie y se acercó a él, quizá el podría reconocer el símbolo y buscar evidencia sobre su inocencia.
—Fengmian, parece que has llegado en el momento oportuno
—Mi señora, creo que no puedo decirle lo mismo, las cosas están complicadas y se llevará a cabo un juicio mañana...
—mañana?— aquello era inesperado porque no había mucho tiempo —sera difícil pero algo podemos hacer— murmuró más para si misma, así que debía darle aquella daga
—Mi señora se exige un castigo, atacó a varios discípulos de distintas sectas así que será difícil encubrir esto
Eso la sorprendió —¿Que tratas de decir?—
—Mi señora si me cuenta lo que pasó quizá pueda convencer a los demás de no levantar cargos, podemos usar algunas de nuestras influencias
—Entonces crees que los intente matar ¿no es así?— de golpe la única ilusión que tenía se desvaneció y no solo eso, escuchar aquellas palabras era como recibir un puñal pues en realidad pensó que las cosas habían cambiado pero al parecer no era así.
Por un momento espero respuesta de parte de su esposo, la cual nunca llegó, eso le rompió el corazón pues hubiera esperado al menos un voto de confianza pero para el era más fácil encubrir lo que creer en lo que tenía que decir así que se alejó de las rejas
—si solo viniste a eso vete...
—Mi señora este es un tema delicado debe-...
—No Fengmian, si es todo lo que tenías que decir retirarte, yo me defenderé por mi cuenta
Se quedó de espaldas y escucho unos pasos alejarse soltó un suspiro de frustración y en su mente empezó a tratar la forma en la que aclararía el asunto pero en su mente estaba aquellas palabras de su esposo por qué de entre todas las personas tenía fé en que el la ayudaría o al menos confiara un poco en ella aunque sabía que no podía culparlo
"Cosechas lo que siembras"
Fue el pensamiento que tuvo la mujer mientras se sentaba nuevamente en el catre sería difícil que la verdad se sepa, si su propio esposo la consideraba culpa no podía esperar mucho más de las demás personas.
Pero apesar de que todo estuviera mal no podía darse el lujo de mostrarse débil o de dejarse derrotar, miro un momento al techo y tocó levemente su vientre.
—saldre de esto yo sola...
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Mientras tanto el hombre salía de aquel lugar y pensando en que podría hacer por su señora pero si ella no cooperaba no podía hacer mucho, ella siempre fue terca así que no cambiaría de opinión.
Empezó a caminar de regreso a donde se estaba quedando, caminaba pensando en como habían sido las cosas en estos últimos días y todo parecía estar tranquilo así que la razón por la que su señora actuó de manera agresiva era un misterio y quería saber lo que pasó pero si su esposa no le decía nada no había manera de intervenir o ayudarla a salir de esta situación, solo le quedaba esperar a que todo saliera bien o qué a su señora le dieran un castigo menor.
