Streets - Nishimura Riki

Capítulo 2: Una Intrusa Inesperada

Riki estaba en su pequeño estudio, rodeado de instrumentos y partituras. La luz del atardecer se filtraba por la ventana, creando una atmósfera cálida y acogedora. Sumido en un libro sobre teoría musical, se encontraba en su elemento. La melodía que había estado trabajando en los últimos días comenzaba a tomar forma en su mente.

De repente, la puerta se abrió de golpe y entró Choi Yuna, una joven cantante con una voz potente y una personalidad arrolladora. Era evidente que había estado esperando el momento justo para interrumpir su concentración.

"¡Riki! ¿Qué tal? ¡Te estaba buscando!" exclamó Yuna con una sonrisa coqueta.

Riki cerró el libro y la miró con una mezcla de sorpresa y molestia. "Yuna, ¿qué haces aquí?"

"Vine a verte, ¿hay algún problema?" respondió ella, acercándose a él.

"Sí, hay un problema. Estoy trabajando", respondió Riki, tratando de sonar lo más cortés posible.

Yuna se sentó a su lado y comenzó a juguetear con un mechón de su cabello. "Ay, Riki, eres tan serio. ¿Por qué no te relajas un poco?"

Riki se sintió incómodo ante su insistencia.

"Yuna, te agradezco que te preocupes, pero no estoy interesado en nada más que en mi música en este momento."

Yuna se rió entre dientes. "Vamos, Riki, no me digas que no te atraigo. Soy mucho más divertida y espontánea que esa chica Jisoo, ¿no crees?"

Antes de que Riki pudiera responder, Yuna se inclinó y lo besó a la fuerza. Sorprendido, Riki la apartó de inmediato.

"¡Yuna, qué estás haciendo!" exclamó, visiblemente molesto.

"Solo quería que sintieras lo que se siente estar conmigo", respondió ella, sin inmutarse. "Sé que en el fondo te gusto."

Riki se levantó de su asiento y se alejó de ella. "Yuna, esto es totalmente inapropiado. Te dije que no estoy interesado en ti. Por favor, respétame.

Yuna lo siguió, tratando de convencerlo. "Riki, piensa en lo bien que podríamos trabajar juntos. Imagina la música increíble que podríamos crear. Seríamos la pareja perfecta."

Riki la interrumpió. "Yuna, no quiero tener una relación contigo. Y mucho menos quiero trabajar contigo. Lo que tenemos es una relación profesional, y eso es todo."

Yuna se quedó en silencio por un momento, procesando sus palabras. Luego, con una mirada desafiante, se dio la vuelta y se marchó.
A medida que la puerta se cerraba, Riki suspiró profundamente. Se sentía frustrado y molesto. No entendía por qué Yuna insistía tanto en perseguirlo. Lo único que quería era concentrarse en su música y en su relación con Jisoo.

El estudio de grabación de Riki.
Jisoo se acercó sigilosamente al estudio de Riki, su corazón latía con fuerza. Había decidido darle una sorpresa y hablar con él sobre sus sentimientos y sus sueños. Observó a Riki a través de la ventana, totalmente concentrado en su música. Sonrió al verlo tan apasionado.

Sin hacer ruido, abrió la puerta y se acercó por detrás. Lo abrazó suavemente, envolviéndolo en sus brazos. Riki se sorprendió, pero rápidamente se relajó al sentir su presencia.

"Hola", susurró Jisoo en su oído.
Riki se volvió y la miró con una sonrisa. "Jisoo, ¿qué haces aquí?"

"Quería verte", respondió ella, sin soltarlo. "Y quería hablar contigo sobre algo importante."

"Claro, dime", dijo Riki, acomodándose para escucharla mejor.

Jisoo se sentó a su lado y tomó una profunda respiración. "Riki, desde que empezamos a colaborar, he descubierto una pasión que no sabía que tenía. Me encanta crear música contigo. Siento que puedo ser yo misma cuando estoy contigo."
Riki sonrió.

"Yo también siento lo mismo, Jisoo. Trabajar contigo es increíble. Creo que tenemos una conexión muy especial."

"Sí, la tenemos", afirmó Jisoo. "Y quiero que sepas que sueño con que juntos podamos lograr grandes cosas. Quiero que nuestra música llegue a muchas personas y las inspire."
Riki tomó su mano. "Yo también sueño con eso, Jisoo. Quiero que hagamos música que perdure en el tiempo."

Se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la compañía del otro. Jisoo se sentía más cerca de Riki que nunca.

De repente, Riki se inclinó y le robó un suave beso. Jisoo se sorprendió al principio, pero luego correspondió al beso. Era un beso lleno de cariño y complicidad.

Cuando se separaron, Jisoo sonrió.
"Gracias, Riki."

"De nada", respondió él, devolviéndole la sonrisa. "Ahora, ¿qué te parece si seguimos trabajando en esa canción que empezamos ayer?"
Jisoo asintió con entusiasmo. "Me encantaría."

Y así, continuaron trabajando juntos, sus sueños y sus corazones cada vez más entrelazados.