Hunted By Darkness

18 3 0
                                    

Hera apretó el móvil entre sus manos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hera apretó el móvil entre sus manos. Completamente. Pero no lo hacía notar, soltó un suspiro.

Sus cuatro mejores amigas habían desaparecido en lo que iba la noche y si su instinto no le fallaba, ella podría ser la siguiente.

- ¿Quien eres?. - Preguntó. Del otro lado de la linea nadie respondió. - ¡Me has llamado toda la puta noche!. - Gritó desesperada. Tenía veinte llamadas del mismo número y no tenía la más mínima idea sobre quien se trataba. - Tú... Tú las has secuestrado. - Farfulló Hera, refiriéndose a sus amigas.

- Se dónde estás ahora. - Respondió él, con voz mortecina y calculadora. - Te estoy viendo.  - Hera solo logró ponerse más nerviosa al oírlo decir eso. Miró a ambos lados de la habitación, estando completamente sola. - Así que escuchá, necesito que salgas de la habitación en dónde estás.

- No lo haré. - Respondió ella. Nerviosa.

- No pienso repetirlo dos veces preciosa, vas a salir de tu habitación ¿Ok? O si no, me tocará a mi tener que sacarte de ahí, si es que no nos quedamos un rato a probar la comodidad de tu cama.

- ¿Vas a matarme?. - Susurró Hera. Apunto de derramar las primeras lágrimas de la noche.

- Sal de la habitación. - Le dijo serio, sin escrúpulos, como siempre. - O está vez te juro que mato a una de las putas que me he traído. - Y rio por el teléfono. - Perdón, quise decir, tus amigas.

Hera salió fugaz de su habitación. Casi corriendo, jadeante y con el pánico en la garganta.

- Así me gusta. - Susurró Ed por el teléfono. - Ahora ve a la cocina.

Entonces una ligera idea se instalo en la mente de Hera. Colgó el teléfono y corrió con todas sus fuerzas hasta la puerta principal de la enorme mansión de sus padres, pero cuando intento abrir la puerta, ya era demasiado tarde.

- ¿A dónde vas?. - Negó él. - Te dije que fueras a la cocina.

Hera sintió las manos de aquel hombre apretarle la cintura, sintiendo el contacto de su piel con la suya, tibia, temblorosa y suave. Un desliz jodidamente provocador y sensual, pero a la misma vez la sumía con salvajismo entre los brazos de él.

Ed le tapó los labios a la misma vez que obstaculizaba su respiración. Y antes de que ella pudiera desmayarse por completo, Ed habló.

- Resultaste más hermosa que las demás. - Susurró cerca de su oído. Delicadamente de hundió entre el cabello de Hera, entre su apetecible olor, la estaba dejando sin conciencia y poco a poco se sentía dueño de su cuerpo, ese que empezaba a excitarlo. - Eso me gusta.

Ed abrió una lata de RedBull y se la tomó completa, para luego estrujar el empaque y tirarlo al suelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ed abrió una lata de RedBull y se la tomó completa, para luego estrujar el empaque y tirarlo al suelo.

Sus músculos estaban tensos, en espacial sus bíceps, pero se veía bien. Atractivo. Traía los pantalones a la cadera, algo que le hacía sentir relajado, justo como necesitaba sentirse en ese momento.

Camino de un lado a otro, tomándose la última lata de RedBull, hasta que por fin la puerta del descuidado departamento que había rentado solo por algunas horas, empezó a sonar.

Ryan, Chas, Nick y Alex entraron al departamento. Cada uno con una chaqueta de cuero negro puesta.

- ¿Dónde están?. - Le preguntó Ryan a Ed. Ed señaló la primera puerta del pasillo, sin siquiera hablar.

Los cuatro hombres que habían entraron caminando hasta la habitación, en dónde cinco chicas se encontraban completamente inconscientes.

- Vaya, vaya. - Rio Ryan, al observar a las cinco mujeres sobre el suelo. Atractivas y muy sensuales. Jodidamente atractivas. Una de ellas sobre todo, le había llamado por completo la atención. - ¿A cual me llevaré?. - Preguntó riendo de nuevo. El sollozo de una de ellas inundó la habitación. - Debes callarte. - Dijo colocando su dedo índice sobre sus labios.

- Tú escoge. - Le indicó Ed.

Hunted By Darkness - Ed WestwickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora