NEVAEH
Autumn sale de su habitación con cara de dormida cuando entro por la puerta.
— ¿No descansas ni en vacaciones?
— No —digo, adentrándome en la pequeña cocina que hay a la derecha—. Deberíamos comprar algo, no tenemos nada para comer.
— Podemos ir a la pizzería de nuevo.
— No voy a vivir a base de pizza durante todo el año, Tum.
— Está cerca, está buena y el chico que las sirve también.
— Sabes, su amigo vive abajo —digo, distraída, y ella frunce el ceño.
— ¿El amigo antipático de anoche?
— No es antipático.
— Prácticamente nos echó, Vivi.
— No es verdad. A mí no me dijo nada.
— Pues a mí sí. Y deberías estar igual de enfadada que yo.
— No estoy enfadada, de hecho, incluso agradezco que te parara los pies. No conoces a ese chico, Tum, no puedes...
— Cállate, Vivi. No eres la persona idónea para darme lecciones de amor. ¿Con cuántos chicos te has acostado tú?
— Voy a comprar algo —digo, molesta.
— Lo siento, Vivi. Es que... ya lo sabes, todos los chicos que me gustan pasan de mí. Estamos en otro país, donde nadie me conoce, y yo...
— Lo sé, Tum. Pero creéme, es mejor esperar a que te rompan el corazón mil veces.
— Para ti es fácil decirlo.
— Claro que no. ¿Por qué crees que lloro con casi todas las películas románticas?
— Porque eres una sensiblera.
— Y porque sé que jamás tendré una historia de amor como esas. Conoceré a alguien en Montreal, cuando vuelva y decida qué quiero estudiar. Tal vez incluso lo conozca cuando empiece a trabajar. O no lo encuentre. ¿Quién sabe?
— ¿Te has traído tus pinturas?
— No.
— Deberías. Estos paisajes son muy bonitos, y seguro que si los pintas quedarían mejor que una fotografía.
— Claro que no.
— Vivi, se te da genial pintar. Voy a comprarte pinturas.
— Ni se te ocurra.
— Dúchate antes de ir a comprar. Y yo voy a ponerme algo para acompañarte, así empezamos a conocer la ciudad.
La obedezco, así que quince minutos más tarde, estamos paseando por la ciudad siguiendo el GPS.
— Deberías plantearte aprender neerlandés.
— No sería capaz. Es como un trabalenguas.
— No es tan complicado cuando le coges el rollo. Además, te serviría para poder defenderte sola. Imagínate que un día me encuentro mal y tienes que salir sola a hacer la compra. ¿Qué harás cuando tengas que pagar o preguntar por algún producto?
— Intentaré llevar el móvil con el traductor siempre a mano.
— Eso no vale.
— Claro que sí. Puedo buscar en Internet y traducir del inglés al neerlandés. ¿No entienden aquí el francés?
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Metanioa
Storie d'amoreNevaeh no tiene planes de futuro, tal vez por eso decide hacer ese viaje a la otra punta del mundo con su mejor amiga. Kyan tiene una vida estable, monótona y segura, viviendo en ese apartamento de alquiler con su mejor amigo y trabajando en una piz...