☆ : Siete

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Ocho meses se cumplieron y el omega cada vez se sentía más necesidad de tener al alfa cerca de él. Después de que Minho estuviese cortejándolo con regalos y mimándolo cada vez que podía, al final, Felix terminó aceptándolo con una condición de ir de poco en poco, pero todo estaba siendo difícil con el embarazo porque de un momento a otro estaba pidiéndole por favor que durmieran juntos todas las noches, también cuando Minho estaba arreglando cuentas con un alfa que le había robado justo en ese instante la llamada del omega apareció. 

—Minho— lo llamó con una voz temblorosa, el alfa se alertó en ese mismo momento pensando que algo le había sucedido. 

—¿Qué pasó? ¿Donde estás?— alarmado hace una señal de que Seungmin y Changbin se acercarán.

—Necesito que vengas, es que, se me cayó mi helado en el suelo y— responde llorando—, ya no hay más, también quiero que vengas a mimarme.

Sintió que el alma se le regresó al cuerpo y suspira con lo ojos cerrados, hace una seña que se repiten. 

—Oh, bebé— sonríe—, dame unos minutos y estaré contigo con tu helado, ¿de acuerdo? 

—Pero date prisa. 

Ambos cuelgan la llamada, Minho vuelve donde el hombre está jadeando del dolor después de haberle cortado una mano, lo observa cambiando su expresión a una más dura y dominante, se recoge las mangas de la camisa negra y se dirige a Seungmin. 

—Necesito que te encargues de que esté cabrón aprenda y se le quede en la cabeza que conmigo no se juega, debo irme me surgió una emergencia. 

—Claro que si, patrón. 

Inmediatamente sale del lugar donde se encontraba y tomando una de las camionetas se dirige primero a una de las tiendas para comprar el postre favorito de su omega y después conduce hacia la mansión. No iba a negarle nada a su precioso omega, así esté en una persecución él tenía que obedecer todo lo que el precioso de Felix le dijera. Al entrar se encontró a Felix llorando en el sillón acariciando su vientre muy enorme, corriendo se acercó arrodillándose ante él sin antes dejar el bote de helado en la mesita de centro, levantó su cabeza para que lo mirara y le sonrió. 

—¿Por qué lloras, mi cielo?— susurró con ternura. 

—Soy muy torpe se me cayó el helado y era muy poco lo que había, Jinnie y yo no lo pudimos disfrutar bien— dijo formando un puchero haciendo derretir al alfa. 

Este le acaricia las mejillas con sus dedos pulgares y retira las lagrimas que van cayendo, le da un pequeño beso en la nariz y otro en la frente soltando su aroma tranquilizador. Voltea para tomar el bote y enseñárselo. 

—No iba a dejar que tu cachorro... 

—Nuestro— lo interrumpió. 

—¿Cómo?— su lobo aulló al escuchar lo que el omega había dicho, quería gritar y brincar de la felicidad, ¿si había escuchando bien? 

—Minho, sé que te dije que si quería ser tu omega pero que fuéramos de poco en poco, pero no puedo mentirme al decirte que realmente quiero que ser tu omega completamente, y también quiero que mi cachorro sea tuyo, bueno si tú quieres. 

—Claro que si, estaré feliz de que quieras que sea un padre para Hyunjin, lo cuidaré como si fuese realmente mío— se acercó al omega abrazándolo con mucho amor, no podía creer lo que estaba pasando y estaba muy feliz. 

Felix estaba también muy emocionado y feliz, deseaba demasiado decirle a Minho que realmente si quería ser su omega porque lo amaba muchísimo y le ha demostrado que es un alfa honesto y que lo ama tal y como es aún teniendo un bebé en camino. El omega se separa quedando muy cerca de él, con los nervios al cien decidió arriesgarse y besar al alfa, este le corresponde y lo envuelve en sus brazos sin hacerle daño a su vientre. 

Labour | Minlix| ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora