Prólogo

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Cada uno lidia con sus propios demonios pero…que debe hacer uno cuando ese demonio decidió subir a la tierra para atormentarte?

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La librería de la academia era el mejor lugar para estudiar o para que alguna pareja imprudente decidiera tener un momento íntimo escondidos entre las gigantes murallas de libros y pergaminos pero para Yumiko era mejor dicho su lugar seguro, sentada en el suelo y recostada en la pared revisando diferentes pergaminos y libros para sus estudios mientras ignoraba los ligeros susurros alrededor de la librería.

A unos metros de ella Zandik se encontraba estudiando con una joven llamada Sohreh, era una joven linda a su manera y Yumiko los observaba con curiosidad mientras memorizaba esa melena turquesa con ondas y esos ojos de color carmesi que siempre lograban el objetivo de asustarla. Incluso si el joven Zandik era atractivo llegaba a causar miedo y con solo pensar en él un escalofrío recorrió el cuerpo de Yumiko antes que decidiera levantarse y recoger todas sus notas para largarse de la librería.

Mientras Yumiko recorría los pasillos de la academia los profesores caminaban inmersos en sus trabajos y los estudiantes muy ocupados en sus propias investigaciones, era algo diario para Yumiko pero mientras caminaba no pudo evitar que su mente empezará a divagar de nuevo en el joven Zandik, recordaba los rumores sobre sus diferentes acciones y experimentos cuestionables que lo habían llevado a tener una reputación hasta los suelos, seguramente la joven Sohreh solo había entablado una amistad por lastima.

Con el paso de los días Yumiko noto como Sohreh y Zandik se volvían más cercanos y los rumores pronto volaron por la academia mientras se creía que los dos jóvenes habían empezado una relación, no era que a Yumiko le importara pero sentía unos celos ligeros con el hecho de que Sohreh pudiera hablarle a Zandik sin el miedo de ser partida en dos con facilidad. Una tarde mientras Yumiko cargaba los libros de historia hacia otro salon llego a tropezar con su uniforme y sin evitarlo cayó ridículamente al suelo casi arruinando los empolvados libros mientras se intentaba levantar, para cuando levanto la mirada sintió el corazón cayendo a su estómago mientras esos ojos carmesí la observaban y juzgaban en silencio.

-Los libros son muy pesados para un cuerpo tan frágil como el tuyo. -Zandik se agacho para recoger algunos de los polvorientos libros mientras Yumiko lo miraba con sorpresa y algo de miedo.

-Está bien, puedo cargarlos todos.

-No puedes, Yumiko no es así? no haces ningún tipo de deporte y tienes una mala alimentación por lo que tu cuerpo es frágil, con suficiente fuerza tus huesos podrían romperse. -Zandik le dio la espalda mientras Yumiko se quedaba en silencio pero rápidamente recogió el resto de los libros y los dejó en su salón con ayuda de Zandik.

Cuando el joven se fue Yumiko se quedó en silencio mirando su muñeca con tal de saber si era tan frágil como Zandik decía pero para cuando alejo la mirada noto un dibujo donde se parecía mucho y con delicadeza lo examinó antes que un profesor la llamara.

Después de unas semanas se reportó la desaparición de Sohreh y con el paso de los días su trágica y grotesca muerte, al parecer los tigres la encontraron como un buen aperitivo y Zandik pronto fue expulsado de la academia.

Yumiko con el paso del tiempo también desapareció como si la tierra la hubiera tragado.

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Despues de mucho tiempo decidi volver con una nueva historia, espero que a mis antiguos y nuevos lectores les guste y recuerden que no soy la mejor escribiendo.

Doctor, where is my medicine? (Dottore x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora