𝐂𝐞𝐥𝐨 [𝐓𝐖𝐈𝐁𝐑𝐀 ]

#1

Contexto: Esta historia se sitúa antes de que Twilight se mudara a Ponyville para aprender sobre la amistad, cuando aún vivía en Canterlot con Spike. Así que aún no sabía quién era el Rey Sombra en ese entonces

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No tenía ni idea de cómo había llegado a esa situación. Hace unas horas estaba intentando desarrollar un nuevo hechizo; originalmente, era un hechizo destinado a aumentar la fertilidad en las plantas. Sin embargo, algo salió terriblemente mal.

Estaba probando el hechizo en las afueras de Canterlot, donde vivía. Era una alumna destacada de Celestia y había querido resolver un problema de infertilidad en un valle cercano. Pero todo salió mal. En lugar de mejorar las plantas, el hechizo se volvió contra ella. Al principio no pasó nada, pero ahora, aquí estaba...

Apoyada en un árbol, sintiendo el calor en su cuerpo, con respiraciones entrecortadas, pero eso no era lo peor. Lo más inquietante era el extraño pony que estaba frente a ella en ese momento.

—¿Quién eres...? —preguntó con dificultad, sin reconocerlo. Era un unicornio de pelaje grisáceo y melena negra, con un cuerno extraño que brillaba en un rojo carmesí.

El extraño observaba a la unicornio púrpura con curiosidad. Parecía herida, pero al acercarse, percibió un aroma dulce que le reveló inmediatamente la naturaleza de lo que tenía delante. Una sonrisa de satisfacción oscura se dibujó en su rostro al notar su estado debilitado.

—Oh, querida, parece que no estás en tu mejor forma. ¿Podría ser que estás... en celo? —murmuró, con una sonrisa astuta en los labios, causando un ligero temblor en la parte baja de Twilight.

El extraño unicornio comienza a rodear a Twilight, exudando una aura fría y calculadora. Percibe su vulnerabilidad y ve una oportunidad para ejercer su dominio. 

—Qué pena me das, toda sonrojada y necesitada. Debe ser incómodo para una pequeña yegua como tú, ¿verdad? —la burla, disfrutando de su incomodidad.

—¿Qué estás...? —responde Twilight con un susurro tembloroso, evitando mirarlo. Sus mejillas se sonrojan aún más bajo la intensa mirada de Sombra, que le revela su predicamento. No podía pensar bien en ese momento.

La presencia dominante del unicornio hizo que Twilight temblara involuntariamente mientras él se inclina sobre ella, su voz un susurro seductor.

—Respóndeme, Niña. Dime, ¿cómo te sientes ahora? No intentes mentir; la verdad está en tu rostro.

Twilight lo mira con sorpresa y confusión, sus pensamientos nublados por el ardor que invade su mente. Su agudeza habitual parece desmoronarse ante sus instintos primitivos.

—¿Qué...?

Sombra observa la lucha en su rostro, la confusión y necesidad cruda marcadas en él. Da un paso más cerca, su sonrisa se ensancha.

—Oh, mi dulce pequeña. El calor ha nublado tu mente, ¿verdad? Ahora estás reducida a un tembloroso desastre —dice con burla y excitación.

Sombra se acerca aún más, fijándose en su vulnerabilidad.

—No he tenido una oportunidad así en un tiempo... —su voz es un murmullo, su sonrisa astuta mientras reduce la distancia—. Verte tan descompuesta y necesitada es un espectáculo interesante.

Extiendió el casco, su agarre rozando su mejilla sonrojada, deleitándose con su temblor. 

El toque de Sombra envía un escalofrío por la espina de Twilight, su cuerpo responde instintivamente. Apenas recupera la conciencia antes de que él la atrape en un beso ardiente.