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Candela había viajado con sus padres a pasar un verano en Punta del Este, Uruguay.
Candela había conocido a meri, se habían hecho amigas en un after, meri había defendido a candela de un pesado que se le tiraba encima y desde ahí intercambiaron números y se hicieron amigas.
—Sos famosa, boluda. No puedo creer que tenga una amiga famosa.—Decía candela con una emoción en su voz, meri carcajeo al ver la euforia de la menor.
—Bueno, tampoco tanto. Bo, vamos a ir con los chicos a comer algo después ¿Te sumas?—
—Ay, pero no quiero ser molestia.
—No boluda, tranqui sos mi amiga.—
—Y si no les molesta voy.
Al llegar a la casa, meri fue la primera en hablar ya que candela no sabia que decir o hacer.
—Bo, ella es candela una amiga.—Todos la saludaron y candela al único que pudo ver era a un rubio probablemente más grande que ella, que estaba concentrado tocando la guitarra.
—Un gusto.—Dijo y le deposito un beso en la mejilla—Soy Bautista.
—Un gusto, candela. ¿Vos sos el que canta no? Y el que dice toco para vos.—El chico solto una risa al escuchar como la chica trataba de imitar su voz.
En esos días ninguno había intentado nada por vergüenza, el chico trataba de avanzar y la chica no daba ningún indicio de interés pero si le había llamado la atención.
Un día en un show de toco para vos, candela había sido invitada por Meri.
Al terminar el show, bautista supo que candela se iba al día siguiente y no podía guardarse lo que sentía que ni siquiera el sabía lo que era pero de que sentía algo, sentía algo.
La primera vez que la vio le había parecido una chica muy linda, pero a medida que fueron pasando los días se había sentido atraído por su sonrisa, sus ojos, sus labios todo de ella le parecía lindo.
—Dale bauti, ¿hacia falta que me saques del boliche?—Pregunto ella en reproche.
—Si, hacia. Lo que te tengo que decir seguro te parecerá oportuno y te pareceré un boludo por no haberlo dicho antes pero...—Hablo.—Cande, desde que te vi no pude no pensar en vos. Y ahora que te vas quiero hacer algo que quise hacer desde que te vi.—Fue acercándose aun más a ella.
—¿Que cosa bauti?—Pregunto ella, un leve nerviosismo y emocion se asomaban en su voz.
El chico fue acortando la distancia y estampó sus labios contra los suyos encontrándose en un beso apasionado y dulce, algo que los dos siempre habían querido y nunca se animaban.
Y eso no quedó ahí, el beso fue subiendo de tono. Fueron en el auto de bauti hasta un departamento que le prestaba un amigo y ahi.
Que no paso tendríanquepreguntar, desde esa noche ninguno de los dos pudo olvidarse.
Que pasaría ahora cuando ellos se reencuentren en la casa de Gran Hermano donde todo puede suceder.
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