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G r a c e
—Alteza, —reverenció—una carta de su padre.
Asentí.
Podrán pasar años o décadas pero es costumbre que en las noticias importantes se enviaran cartas para informar a los involucrados.
Querida Grace, lamento tener que Interrumpir tu fin de semana pero debes saber el joven Duque ha pedido mi permiso para escoltarte a una cita esta noche. He accedido, pienso que es lo mejor para que así se conozcan.
Att: Marqués Harrington.
Arrugue el papel hasta lanzarlo al suelo.
—¿Es esto lo que dice amarme? Es un cobarde.
Ahora se supone que tengo una cita con ése... ni siquiera sé cómo llamarlo.
Sé bien que el error fue mío. Aún así, no podría someterme ante la decisión de un hombre que solo me desea porque según él fui "su primera vez". Ni siquiera tengo idea de cómo es eso o si se puede comprobar.
No quiero casarme, estoy estudiando educación en la universidad, quiero irme por la rama de literatura y ser docente me llena de orgullo. Es algo que encontré que me gusta y casarme con James no me permitiría hacer algo como eso.
Todo estaba tan finamente paleado, siento náuseas de solo pensar que debo estar nuevamente con él. Se que con esta cita planean hacer ver a la prensa que somos cercanos, es una buena manera de hacer ver que fuimos pareja mucho antes.
—Hermana.
Limpie rápidamente mis lágrimas y me forcé a sonreír.
—El tío Peter ha llegado con regalos que... —Detuvo su emoción al verme—¿Estuviste llorando?
Negué al instante.
—No, no es...
Eddy me abrazo como consuelo, sonreí. Las lágrimas salían sin poder contenerme, pero tener el consuelo de mi hermano era mi más grande apoyo.
—Yo te voy a proteger, lo juramos, ¿Recuerdas? —Asentí.—Se que algo está pasando y nadie me dice, por eso espero que cuando estés lista tú me lo digas.
Eduardo es muy inteligente, sabe cómo hacerme sentir mejor para que yo misma pueda con todo. Es mi mayor base para sostenerme y no caer ante la tormenta que me está afectando.
—Todo va a estar bien, me voy a asegurar de eso, lo prometo.
—Si debes sacrificar tu felicidad no quiero estar bien.
