Steve Rogers pensaba que nunca iba a volver a enamorarse después de lo que pasó con Peggy Carter... hasta que conoce a la hermana menor del multimillonario Tony Stark.
Basada en:
THE AVENGERS
CAPTAIN AMERICA: THE WINTER SOLDIER
AVENGERS AGE OF ULTRO...
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Al ir al lugar donde Fury le indicó donde estaba, se encontraba algo... nerviosa por así decirlo. No es que era fanática del soldado, pero no sabía como iba a reaccionar éste cuando sepa que tenía que salvar al mundo.
Siempre le pareció interesante y sorprendente el hecho de que un hombre haya sobrevivido setenta años congelado. Al parecer este mundo te podía permitir cualquier cosa.
Entró y el sonido de la puerta llamó la atención del soldado pero eso no evitó que siga golpeando el saco de boxeo.
—Señor Fury, no estoy para sus problemas.— habló.
—Lamento decirte que no soy Nick Fury.— al oír una voz femenina dejó de hacer lo que estaba haciendo y la miró.
Su cara se relajó al igual que sus puños y sus músculos. La chica que tenía enfrente era pelinegra, estatura baja con una ropa común y corriente. No iba a negarlo, era bonita.
—Me llamo Madison Stark, supongo que ya debe haber escuchado sobre mi... y no me sorprendería.— se acercó a el.
—Si, he escuchado sobre usted. Yo me llamo Steve Rogers, un gusto señorita.— devolvió el saludo.
—No me digas "señorita", tengo 34 años.— bromeó un poco. Trataba de mirar sus ojos celestes pero se le estaba dificultando.— ¿No puede dormir?
Steve ahora pudo darse cuenta que los ojos eran cafés.
—Dormí 70 años, señorita.— aquello hizo doler aún más la autoestima de Maddie, ¿tan mal se veía?— Ya dormí suficiente.— volvió a golpear el saco de boxeo.
—Entonces debería estar fuera, celebrando, viendo el mundo. Con todo lo que le pasó...— el hombre dejó de golpear para verla de arriba hacia abajo. Maddie se intimidó un poco ante esa mirada pero siguió con su misma postura. Por suerte el chico dejó de golpear aquel pobre saco de boxeo para después sacarse los vendajes de sus muñecas.
—Cuando me helé, había una guerra. Despierto y dicen que ganamos, no dijeron lo que perdimos.
—Lamento eso, Fury es un hombre complicado.— suspiró mientras veia sus músculos. Para tener unos 90 años no lucía mal.— Capitán, vengo con una misión.
El rubio la miró de nuevo y la pelinegra le extendió los papeles. Steve los tomó y miró el Teseracto.
—El arma secreta de HYDRA.
—Mi padre sacó eso del mar cuando lo buscaba a usted.— se sentó a su lado.— Nick Fury me contó que el Teseracto puede ser la clave para una energía ilimitada, el mundo necesita eso.
Steve cerró el expediente y se lo devolvió.
—¿Quién se lo quitó?
—Se llama Loki. No es de por aquí, lo que sé es que es hermano de Thor, un Dios bastante guapo.— Steve enarcó una ceja al oírla. Al parecer la chica era muy directa.— Necesitamos que te nos unas. El mundo se ha vuelto más extraño de lo que piensa.
