Prólogo

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—Papá Doyun, ¿puedo salir con mis amigos por mi cumpleaños? —pregunté nervioso, sentí mis manos sudar y mis piernas parecían gelatina, nunca le había pedido permiso a mi padre para salir de noche, de hecho, nunca le pedía permiso para salir. ¿Y si mejor le digo que ya no quiero ir?

¡No! No podía retractarme, se lo había prometido a mis amigos esta mañana.

—Vamos Yoongi. ¡Es tu cumpleaños!, no te la puedes pasar encerrado en tu cuarto. —grito Hoseok con voz enérgica a través del teléfono.

—De hecho, mis padres me van a celebrar en casa. ¡Dijeron que los podía invitar! —les digo feliz, casi nunca me dejaban invitar a mis dos mejores amigos a la casa, debido a su estilo de vida muy "liberal" —según palabras de mis padres— aunque no entendiendo realmente su desagrado. —¿Por qué se quedan callados? ¿No les agrada la idea?

Un largo suspiro se logró escuchar al otro lado de la línea. —Yoongi, sabes que no nos referimos a eso, vas a cumplir 20 años, tienes que salir, divertirte un rato, mi novio entro a trabajar en el nuevo antro que abrieron en el centro, ¡vamos! será divertido —dijo Hoseok de forma cantarina, buscando convencerme.

Pude sentir a mi lobo dentro, aplanar las orejas y chillar triste, por mucho que nos emocionara la idea, sabíamos que mis padres nunca estarían de acuerdo.

—No lo sé —me giré sobre mi espalda para ver hacia la puerta abierta de mi cuarto, asegurándome de que mi conversación no fuera escuchada—, saben lo que piensa mi padre sobre dejarme salir y más si es de noche.

Mi padre, un alfa educado a la antigua jamás permitiría que su único hijo omega saliera a las peligrosas calles de Daegu para alcoholizarse y terminar embarazado de algún alfa desconocido. No, Min Doyun jamás dejaría que su honor fuera mancillado de tal manera.

—Solo inténtalo, no pierdes nada, quien quita y te dan permiso esta vez. —Escuche a Jin hablar por primera vez en toda la llamada y sus palabras me hicieron tener un poco de esperanza.

Y por esa razón, ahora me encontraba frente al estoico rostro de mi padre, con el corazón latiendo a mil por hora y con mi lobo ansioso. Mi cuerpo se mantuvo tenso, mientras le explicaba a mi padre con quienes iba a salir, lo que íbamos a hacer, donde íbamos a estar. Todo lo necesario para que al menos consideraran la idea de dejarme salir.

No.

Fue todo lo que escuche de mi padre, su voz ronca y profunda me penetro los tímpanos y resonó con fuerza dentro de mi cabeza, mis hombros decayeron e inconscientemente agaché la cabeza, me sentí pequeño, sumiso ante su presencia, había utilizado su voz de mando. Apreté con fuerza mis labios al sentirlo temblar, pestañeando varias veces para evitar llorar frente a mis padres.

Mi papá omega, Euiyoung me observo con tristeza, había escuchado todo mi inutil intentó para que Doyun me dejara salir, sabía que él me hubiera dado permiso, pero sólo lo metería en problemas con papá, así que decidí ir directamente con la cabeza de mi familia.

Fuí demasiado ingenuo.

—Cariño, sabes que es muy peligroso andar por las calles de noche, no queremos que te pase nada —explicó Euiyoung, hablando por primera vez en todo ese tiempo.

—No te preocupes papá, entiendo —logre decir a pesar del enorme nudo en mi garganta—, si no les importa, me iré a dormir.

—No hagas un berrinche, Yoongi, ya vas a cumplir veinte años, como para seguir comportándote como un niño —dijo mi padre, viéndome con notable disgusto.

No respondí, sabía que lo único que saldría serán sollozos y no quería molestar más a Doyun, simplemente me incline para despedirme de mis padres y con paso desganado, abandoné la sala de estar, escuché a papá Euiyoung hablar en cuanto me fui, pero me sentí muy deprimido para prestar la debida atención a su conversación.

¡Omega en cinta! || ᴊɪᴍsᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora