Momentos Que No Volverán

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¿Se acuerdan que hable de una chica que conocí cuando entrenaba?
Pues no puedo seguir escapando de este capítulo, hoy tropecé y me alcanzo.

No sabía todo lo que me iba a ocurrir después de aquel hola, para bien o para mal no me iba a quedar con las ganas de conocerla y no sería cobarde, luego de que hayamos ingresado ambos nuestro chat diario de semanas se pausó por un mes ya que nos internamos y estábamos en etapa de adoctrinamiento... casi no la pude ver entre todas las chicas hasta la ultima semana que formaba delante mío en su compañía, realmente era difícil diferenciarla de las demás chicas ya que todas vestían igual, pero me gustaba encontrar en ella aquello que la hacia resaltar de las demás chicas. Era especial

Salimos a nuestro primer franco todos uniformados de blanco, -ese día debería merecer otra historia pero en realidad fue todo muy rápido y usar el uniforme blanco no fue para mi un regalo extraordinario, fue mas bien como ver mi esfuerzo reflejado en mis vestiduras y todo aquello que soporté y sacrifiqué durante los últimos meses-, y aunque la busque por todos lados no la pude ver uniformada, me conformé únicamente con usar mi celular y escribirle ¿Cómo se encontraba?, iniciando nuevamente la conversación pero ahora sin tanta emoción, sin tanto de que hablar y condicionados a conversar solamente los fines de semana de ahí en adelante...

Los días pasaban y casi no la veía, seguía interesado en ella y por ese motivo siempre que tenia la oportunidad la buscaba con la mirada entre todas las chicas, miraba su guardia o quien la había sancionado en los partes diarios, me preocupaba por ella. El sentimiento era sincero.

Ya prácticamente no hablábamos y quería dejar de pensar en ella, cuando la veía no la saludaba y tampoco ella lo hacia, volvimos a la rutina que teníamos en la academia cuando la timidez nos consumía y evadirnos era parte de nuestra amistad -así lo creo yo-, con dolor en el corazón poco a poco noté cambios en mi conducta,  ya no la buscaba con la mirada cuando las femeninas pasaban, ya no iba y revisaba que guardia se encontraba al día siguiente, ya no buscaba su apellido en los partes diarios de sanciones... sabía que no la iba a olvidar pero poco a poco trataba de superarla para poder continuar mi vida y conocer a otra chica. Hasta que...

No recuerdo o quizás no quiero recordarlo, pero volvimos a hablar... ¿Ella me escribió? Creo que si, ella lo hizo, puedo estar casi seguro de que ella jalo el gatillo y terminó con lo que estaba construyendo... otra vez el interés volvió, que horrible es sentirse enamorado, ¿o ilusionado?. Creo que ella solamente buscaba hablar con un amigo pero no sabía lo que causaba en mi, sin embargo yo con tal de hablar con ella me permitía soportar todo el mal que me hacía con sus acciones. No era su culpa, nunca lo fue... siempre fue mi culpa por ilusionarme y esperar una reacción distinta de ella, cuando ella jugaba con su escuela y se dejaba tocar de la cintura, del mentón, de la parte baja del estomago, del muslo... tenía actitudes que no buscaba en una mujer sin embargo, era ella y nadie más que ella. Idiota

Este juego en el que no hablábamos y luego de 2 o 3 meses volvíamos a hablar se volvió continuo, es muy posible que para ella no haya mayor ciencia sin embargo para mi era tortuoso, me hacía sentir mal, me siento mal...

No fue hasta que acabo nuestro primer año de instrucción que, en vacaciones, volvimos a hablar seguido... no diario pero si seguido, se sentía como antes para ser sincero y me estaba volviendo a estúpidamente, -no hay mejor palabra creo-, enamorar. Empezó el segundo año de nuestra carrera y volví a hablar con ella más seguido pero ahora ya no por chat únicamente, si no también en persona teniendo encuentros breves en nuestra hora de receso, en la noche, para ayudarla con sus informes, la pase bien... esos pocos días en los que nos frecuentamos realmente la pase bien, pero note algo y es que no había química entre nosotros, con otras chicas podía lograr hablar de cualquier cosa pero con ella no, o al menos ya no... me encontraba en el lugar incorrecto cegado por un falso amor que creía haber construido pero que nunca estuvo ahí, lo entendí y con madurez lo iría aceptando poco a poco. Esa chica no era para mí.

Qué complicado es el amor, ¿o la ilusión? Qué delirio. No lo sé, pero de las experiencias se aprende, y esta experiencia ya debía caducar hace mucho. Sin embargo, aún me aferraba a la miserable esperanza de poder algún día concretar algo con ella. Bien dicen que quien aprende de sus caídas no se ha equivocado, pero no importaba cuántas veces cayera, yo aún seguía siendo un novato que admiraba su propia torpeza.

Hoy en día y con las cosas un poco mas claras y aterrizadas comprendí que, como hombres, debemos trabajar en ser mejores cada día y aprovechar nuestra juventud para construir una base firme. Para poder querer a alguien debemos amarnos a nosotros primero y no permitirnos situaciones que nos expongan o nos lastimen, aquella pareja que uno desea tener no debe ser alguien con quien puedan compartir amor únicamente, debe ser alguien que te ayude a mejorar, que se apoyen mutuamente, que sean un equipo y que siempre estén para las buenas y las malas... la mujer correcta que te complementará llegará a tu vida cuando menos lo esperes pero mientras tanto debemos trabajar en ser el hombre que quisiéramos para nuestra hija y para nuestra familia.

Rodeémonos de personas que nos ayudarán a mejorar, personas que ya llegaron a donde nosotros queremos llegar, de personas que lograron salir de una situación similar a la que nos aqueja, si quieres levantarte todos los días mas temprano que el resto para empezar tus actividades pues aprende de aquel que ya lo está haciendo y pregúntale como lo hace, si quieres lograr correr 21 kilómetros sin parar pues entrena con quien ya lo hace, si quieres ser el más antiguo -esto aplicado en el ámbito militar- y poder distribuir y enseñar a los demás pues rodéate de los primeros puestos y enseña con el ejemplo, cuida muy bien tu circulo social ya que de quienes te rodeas eventualmente definirán quien eres. Decisiones

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Atraemos lo que somos, entendamos las reglas del juego.

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-Ahora que lo pienso, es extraño como el ritmo de este capítulo tomó otro rumbo... a ver, no seguiré una ilación ni me veré forzado a cumplir con ninguna regla o temática, únicamente escribo para escapar un momento de la realidad y exteriorizar aquellas cosas que pienso-

Fue bonito mientras duró, pero son momentos que no volverán... trabajaré en que sea así.


ConsecuenciasWhere stories live. Discover now