Solo Estás Tú [RanTake]

CAPÍTULO II: Arrepentimiento Tuyo y Nuestro

Autor@ de la imagen: @kongpop0o09

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Gotas de la lluvia resbalaban con lentitud por el cristal de la gigantesca ventana. Gotas de lluvia salpicaban en aquel estanque causando ondas. Gotas de lluvias mas y mas pequeñas se movían con sutiliza por cada petado de las diversas flores del jardín. El cielo con nubes tan densas y grises producían una aura deprimente, lúgubre y solitaria dentro de aquella sala de estar, sitio donde varios hombres con una ensombrecida y  melancólica tez ocupaban todos aquellos caros y elegantes sillones negros.

Cada uno se mantenía en absoluto silencio, cada uno estaba envuelto en su pesado mundo deprimente, sumergidos en sus propios pensamientos. Sobre todo el, el mas que nadie se hallaba fuera de aquel lugar, muy, muy lejos de allí con las manos temblorosas y ajustadas hundido en una profunda ansiedad, miedo, en una terrible culpa.

De pronto, el tan esperado "click" de la puerta resonó casi como un trueno ensordecedor en aquel ambiente tenso que  lo llevo a ponerse de pie y al igual que el resto mirar de manera expectante hacia el pasillo. Hacia la dirección donde en verdad espera poder ver aquella cabellera negra de profundos rizos negros.

Y se siente aliviado, el se siente muy aliviado cuando lo ve, cuando sus ojos violeta dan con aquellos otros preciosos y misteriosos ojos azules. Mas, estos no tardan en abrirse consternados, mas su felicidad y quietud no tardó en esfumarse cuando logro ver a aquel sujeto al lado del menor.

Cuando Ran observo de pie al lado de Takemichi a ese maldito imbécil con su gran y egocéntrica sonrisa.

Cuando dio con Sushi Hanma.

Basta con decir que no hubo nadie en aquella casa que no tuviera algo que decir ante esto, como contener su estupor al ver a su líder convivir como si nada con aquel sujeto que produjo el lío, la desgracia con la que pasan actualmente.

—¿Qué significa esto? — Kakucho fue primero en hablar, y a nadie le sorprendió que así fuera. No, cuando este era el que mas derecho tenia en reclamar, en saber que hacia a su delante el tipo que había tenido algo que ver con la muerte de su mejor amigo.

El tipo que fue en parte el asesino de Kurokawa Izana.

El de cicatriz en el rostro se acercó hasta el menor, lo encaró ignorando casi por completo la presencia del otro hombre. Tenía la mandíbula tan apretada y sus nudillos no tardaron en tornarse blancos.

—¿Qué hace este tipo aquí? — la rabia y escepticismo en su voz era tan bien controlada que parecía contraproducente con la sangre que ya brotaba de sus manos de tan apretados que tenia sus puños—¿Por qué traes a este tipo a este lugar? — Kaku levantó su mano temblorosa y colocándola en su pecho sujetó la tela de su camisa con desespero —Sabes muy bien lo que hizo, sabes lo que le hizo a Iza...

—Hajime — la gélida voz de Takemichi cortó el pesado silencio, sus ojos azules que ahora no eran más que un mar de aguas profundas y muertas miraban solo al de ojos rasgados —Prepara una habitación.

No dijo nada más. No dio una explicación ni nada parecido, tan solo subió aquellos escalones para perderse en los pasillos de la segunda planta. Hajime maldijo como muchos, Kakucho empujando el hombro de Shuji fue tras el.