cap 2

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Habían pasado dos días para que el regreso a clases se asomarse por la ventana, era domingo, las 12 de la tarde.
Max se encontraba alistándose para salir a pasear un rato con Beret, la cual, era una chica que le apasionaba la filosofía.
No mal piensen, era una salida casual entre amigos, iban a hablar sobre la situación de Max y de Roxanne, más específicamente, de lo que sentía Max.

Fue algo casual, se puso su típica camisa Roja y unos pantalones medianamente gastados de mezclilla, los mismos tenis sucios color negro y se puso una pulsera que tenía pro ahí, se la había regalado su papá por su cumpleaños número 10, era una sorpresa que aún le quedase.

Saliendo de se pequeño apartamento que estaba cerca de la Universidad, cerró con seguro y fue a buscar a Beret, la cual, esperaba abajo, sentada en las escaleras del edificio, esperando a Max.

-Hey!, ya estoy aquí. - sonrió Max.

-Ya me doy cuenta. - respondió, con su típica mueca que la hacia parecer enojada, pero su actitud era un encanto.

Los dos partieron hasta una cafetería, la cual, estaba por debajo de la ciudad, arriba era una estética de pelo.
Los dos bajaron y tomaron asiento, no sin antes pedir un café para pasar el rato a gusto.
Max se pidió un cappuccino y Beret solamente un Mocca.

Max algo nervioso, espero a que Beret inciara la plática, lo cual, no iba a tardar mucho antes de que pudiera dar un sorbo a su café.

-Y bien, Max. - dijo mientras lo miraba a los ojos y posaba su cabeza sobre sus manos. -Cuéntame, ¿qué es lo que sientes? - preguntó con tanta normalidad, que Max sintió una ligera vergüenza al contarle sus problemas a alguien que muy apenas y lo conocía.

-Bueno... En realidad, no se como me siento. - respondió Max, jugando con sus manos ante la presión social que sentía de contar sus problemas. -Quiero decir, me siento devastado por haber terminado con Roxanne, una parte de mi ruega por hablarle, pero otra parte... La odia, odia que se haya ido sin siquiera verme o tal vez hablarlo. -

Beret solo estaba escuchando atentamente, tomando pequeños sorbos de su café entre cada palabra.

-Pero, a pesar de que la odio no la puedo llegar a detestar, odiarla a ella es odiar una parte de mi, no puedo engañarme a mi mismo de que nunca la quise, ya que no es verdad. - dijo con ojos llenos de enojo y cristalizados. -Quiero decir, tal vez si hizo mal de no citarme a hablar nuestros problemas, pero, no puedo odiarla con solo eso. -

Beret dejó a un lado su café, el cual, ya estaba casi más abajo de la mitad, soltó un gran suspiro y lo miro a los ojos.

-Muy buena descripción, estas frustrado, lo se, pero a veces es mejor enfrentar la realidad que vivir en un mundo de fantasías, no puedes arreglar lo pasado pero puedes mejorar tu futuro. - agarro las manos de Max, haciéndole saber que estaba ahí para él. -No puedes vivir siempre con la tristeza y la mortificación de que no arreglaste algo que  o es tu culpa. -

La calidez de las palabras de Beret lo hacían sentir seguro, la sensación que nunca antes había sentido después de que se mudó de con su papá.

-Entiendo que estas devastado y que posiblemente te sientas culpable de lo que pasó, pero recuerda, no es tu culpa. - lo miró a los ojos, le dio una pequeña y tierna sonrisa.

Max, quien solamente se sentía querido, le devolvió la sonrisa, hasta que una voz interrumpió en momento de caridad que compartían Max y Beret.

[...]

Bradley, quien se encontraba bajando las escaleras para poder llegar al establecimiento, vio a Max y a Beret muy agarrados de la mano, así que decidió ir a molestar un poco, queriendo no afirmar lo que pensaba que estaba pasando.

One heart, two souls//MaxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora