cap 4

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Llegando al restaurante, los dos se sentaron en una mesa cerca del ventanal que daba lugar a las calles solitarias de Chicago.
Estaban algo incómodos, más no decían nada, era extraño convivir con alguien que hace tiempo casi te mata por querer ganar una estúpida competencia.

-Y bien... ¿Qué vas a pedir? - preguntó Max, tratando de quitar aquel silencio incómodo que se tornaba entre ellos.

Bradley solamente lo miro algo extrañado, pero decidió tomar un suspiro. -Tal vez... Ugh... Todo se ve asqueroso. - dijo sin chistar, no era alguien con filtros, todo lo soltaba como si tuviera autoridad.

-Dios, Brad, ¿puedes al menos ser más discreto? - preguntó algo enojado.

-Ugh... Esta bien... Quizá.... La ensalada del medio Oeste... Es lo único que se ve bueno. - puso una mueca de asco antes de cerrar el menu que ya estaba puesto con anterioridad en la mesa.

Max solamente lo miro con algo de desanimo, pero no se dejó llevar por tales pensamientos.
Llegando el mesero, pidieron la orden y unas copas de vino tinto.
Iba a tardar al menos unos 50 minutos, ya que era demasiada la gente que estaba esperando por su pedido.
Mientras esperaban, decidieron hablar de cosas triviales, pasatiempos, lugares preferidos, en que les gustaría trabajar, etc.

-... Se que suena idiota pero... ¿Cómo es tu chica ideal? - preguntó Bradley, mirando con algo de curiosidad.

-Bueno... Tal vez castañas, altas o chaparras, con ojos de color y que tengan buen cuerpo, no importa si son gordas o flacas. - dijo con seguridad, era verdad que a Max le daba igual si eran gordas, flacas, altas, chaparras, como sean, a él le encantaban. -¿Y la tuya? - preguntó Max.

Bradley se quedó pensando, nunca había dudado de eso, siempre eran solo parejas de una noche, nunca pensó en cual sería su tipo de chica ideal. -Tal vez... Pelinegras, con buen gusto musical, me da igual su estatura y obviamente que sepan de música, si no, no puedo tolerarla. -

Max solamente sonrió, era algo extraño, casi lo estaba describiendo, pero eran solo sospechas, nunca nadie se fijaría en alguien como él, ¿o si?

[...]

Llegando la cena, se dispusieron a comer, aun era relativamente temprano y tenían tiempo de comer a gusto.
Se tornaba un silencio tranquilo, ya no era como el de antes, era algo que disfrutaban, sin querer, sus piernas chocaban y jugueteaban entre sí, haciendo que de vez en cuando soltera unas risas.

Terminando de comer, pagaron y salieron, iban a caminar hasta las habitaciones, simplemente para pasar un rato más juntos.
Reían y baboseaban, era divertido hacer algo más que pelear entre sí.

-Por Dios, me hubiera gustado que desde un inicio hubiera sido así. - mencionó Max, mientras daba un pequeño golpe en el hombro de Bradley, quien iba caminando y riendo junto con él.

-Jaja... ¿Inciado... Cómo? - pregunto algo desconcertado, no sabía a que se refería.

-Ya sabes... Con una plática normal y siendo... ¿Cercanos? - era confuso, pero se daba a entender bien.

-Oh ya ya... Pues que te puedo decir, era un idiota antes. - respondió Bradley, algo avergonzado.

Los dos rieron y siguieron platicando, bromeaban entre sí sobre sus amigos y cosas cotidianas, era divertido pasar el tiempo juntos.
Sin saberlo, ya habían llegado hasta la casa Gamma, estaban aún riendo un poco pero Bradley decidió parar para poder despedirse de Max.

-Bien... Supongo que nos vemos mañana... - dijo sonriente.

-Seh... Bueno, hasta mañana, supongo. - respondió Max, aunque espero alguna otra respuesta por parte de Bradley.

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⏰ Última actualización: Sep 03 ⏰

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One heart, two souls//MaxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora