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Estaba esperando a Huaisang desde hace veinte minutos y ya estaba empezando a enojarse.

No le gustaba la impuntualidad.

Se levantó del césped del patio y tomó su bolso con el juego de cartas y el tablero. Tal vez Yao siguiera en la biblioteca y podría convencerlo de que jugará con él.

—¡Espera! —vió como Wei Wuxian venía corriendo hacia él.

Cuando llegó a su lado Wanyin me dió una mirada odiosa y siguió su camino a la biblioteca.

El tonto no lo dejó y tomó su brazo. Wanyin estaba dispuesto a mandarlo a volar cuando vió su mirada preocupada.

—Huaisang se siente mal, anoche pescó un resfriado y no a salido de la cama. Me mandó a decirte, dijo que te enojarías con él —Wanyin estaba enojado pero más que nada preocupado.

—¿Qué ocurrió? —preguntó mientras caminaba hasta la cocina.

Con suerte le darían un poco de sopa si explicaba lo que ocurría. Los elfos de la cocina eran muy amables con él.

—Pastillas de resfriado, los de segundo las mezclaron en los dulces. Hay cientos de chicos enfermos —explicó haciéndolo rodar los ojos.

Los Gryffindor siempre eran así, bromeaban con todo sin medir las consecuencias.

Wuxian miraba extrañado como Wanyin frunció el ceño. El chico parecía muy enojado siempre que estaba alrededor pero a Wei Wuxian solo le provocaba ternura. Era como un gatito arisco.

—Espera aquí —dijo mientras entraba a la cocina dejándolo en medio del pasillo donde se sentó a esperar.

Le dolía la cabeza y sentía que no podía respirar bien por el enorme resfriado que tenía. Quería volver a su cama pero debía esperar a que el niño gato volviera con el plato de sopa para Huaisang.

Cuando volvió no lo hizo con un plato. Wanyin estaba cargando una enorme olla de sopa mientras que a su lado levitaban escenas de platos y cucharas.

—Ayúdame, esto pesa más de lo que parece —gruñó a Wuxian quien en seguida despabiló y agarro un lado de la olla para que entre los dos la cargaran.

—Es demasiada sopa para Huaisang solamente —al parecer Wei Wuxian si era un tonto Gryffindor.

Los elfos de la cocina habían sido amables, cuando les había explicado le permitieron llevarse la sopa.

—Dijiste que había varios chicos enfermos —dijo cuando llegaron a la puerta de la casa—. Necesito que nos dejen entrar.
Wuxian lo miró un segundo antes de acercarse a hablar con él cuadro en susurros para entrar.

Ambos entraron a la sala común donde varios chicos estaban acurrucados contra la chimenea. Todos se sorprendieron de que Jiang Wanyin estuviera ahí, se supone que no debían ir a casas ajenas a menos que tuvieran una especie de permiso.

—¿Qué hace él aquí? —preguntó una chica a Wuxian.

Notó como Wanyin se veía incómodo.

—Wanyin nos consiguió sopa —dijo firme causando sorpresa en su casa.

Nadie esperaba que el Hufflepuff quisiera ayudarlos desinteresadamente, a pesar de que eso era lo que los Hufflepuff hacían todo el tiempo.

—Es imposible, los elfos de la cocina no nos quisieron dar, debe haberle puesto algo. No deberías confiar en alguien como él —dijo un niño regordete.

Wanyin quiso golpearlo pero en cambio apoyó más cosas en la mesa y sirvió un plato con sopa sin escucharlos. No necesitaba su amabilidad. Él había venido por Huaisang.

—¿Dónde está la habitación de Huaisang? —preguntó a Wuxian quien parecía ser el único con más de una neurona ahí.

Wuxian señaló una puerta y él camino hacia ella ignorando las malas miradas que recibía.

Wuxian vió como el chico se retiraba con una mirada helada. No podía entender cómo sus compañeros podían ser tan malos con un chico tan bueno. Él desinteresadamente había traído sopa a pesar de que ellos eran malos con él. Había hecho lo correcto contra todo.

—Son unos idiotas —dijo a sus compañeros quienes se mantuvieron en silencio, nadie era tan valiente como para meterse con él.

Tomó dos platos y los sirvió de sopa antes de irse a la habitación que compartía con Huaisang. De repente sus compañeros ya no le agradaban tanto.

—Debes cuidarte, no puedes no comer, la próxima vez que te sientas mal debes ir a la cocina y servirte tanta sopa como puedas, dile a los elfos que vas de mi parte y te servirán —Wuxian se detuvo cuando escuchó la melodiosa voz de Wanyin hablar con tanto cariño.

Observó desde la puerta como Wanyin estaba sentado junto a su amigo ayudándolo a comer y arropandolo.

—No tenías que venir, te vas a meter en problemas —dijo Huaisang con la nariz tan tapada como la suya.

Wanyin le dedicó una sonrisa de dientes que Wuxian nunca había visto. Parecía feliz, eso no era usual en él.

—No podía dejarte enfermo —dijo dándole una gran cucharada con sopa—. Aunque estoy muy enojado contigo, mandaste a Wuxian a buscarme cuando él también está enfermo. Deberías haberlo dejado durmiendo.

Wei Wuxian se sonrojó un poco. No esperaba el que Wanyin se preocupara por él, parecía tan distante que esta actitud lo tomaba por sorpresa.

Decidió que era suficiente y entró a la habitación con los platos de sopa. Enseguida la sonrisa de Wanyin se esfumó. Se veía otra vez enojado.

—Te traje sopa —el chico la aceptó con una mueca—. No debes hacerle caso a esos chicos. Es solo que no les agradan las personas de otras casas.

Wanyin lo miró con sus fríos ojos. Parecía enojado con él y Wuxian no sabía porqué.

—Ellos no tratan así a las otras casas, tratan así a Slytherin —dijo con un tono lúgubre que le dió escalofríos—. Debes creer que soy muy tonto como para no notarlo.

Wuxian se sentía un tanto incómodo, él quería ser amigo de Wanyin pero no podía si él se mostraba así de distante.

—Eres un Hufflepuff, no tiene sentido lo que dices —respondió tímido jugando con su plato.

—Eso es un error, yo debería estar en Slytherin —dijo con voz firme.

Wuxian no tenía idea de lo que decía, él no lo conocía, no sabía cómo era.

Huaisang tenía razón, él no debería estar ahí.

—El sombrero nunca se equivoca —dijo el chico haciendo hervir su sangre.

Tomó su mochila enojado y salió de la habitación dando un portazo. Atravesó la sala común donde los chicos seguían sin tocar la olla de sopa.

—No son tan importantes para mí como para tomarme la molestia de ponerle algo —dijo mordaz ocasionando cierto temor en los niños tontos.

Salió de Gryffindor prometiéndose jamás volver.

Caring [Chengxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora