UN SISTEMA REBELDE

Capítulo 20 - Calor

Las puertas del ascensor se abrieron y Zhu Kang las miró sorprendido. Ni siquiera se dio cuenta de que ya habían llegado al último piso del edificio. "Señor, su piso está aquí...", lo sacudió torpemente.

Pero el hombre más alto simplemente gimió y hundió la cabeza en su cabello.

-Debes estar bromeando. ¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué estoy tan cerca de la persona que quiero evitar? ¿Por qué, Dios mío, por qué? apartó la cabeza torpemente-. Dígame el número de su habitación, señor. Haré que uno de mis amigos lo lleve.

(Por qué así lo quiere el autor y nosotros también ٩(｡•́‿•̀｡)۶)

¿No estás aquí? Llévame... - susurró.

-Ahora ya no estás mareado, ¿eh? ¿Este hombre está haciendo esto intencionalmente? ¿Es esto... una trampa?

Todo el cuerpo de Zhu Kang se quedó paralizado por la sorpresa. De alguna manera, pudo sentir que sus músculos se ponían rígidos y que su temperatura corporal bajaba. Temblando ligeramente, inconscientemente se acercó a la única fuente de calor que tenía cerca.

"Todo este piso es mi lugar... llévame a mi habitación..." gimió Aaron suavemente.

Zhu Kang se estremeció y se alejó un paso de él. '¿Me estaba frotando contra él? ¿Qué diablos? ¿Qué está pasando?'

(Un cafécito primero („ಡωಡ„))

Tan pronto como se alejó de él, su temperatura corporal volvió a bajar. Le empezaron a doler las rodillas y también la cabeza.

"¿Qué es esto? ¿A mí también me drogaron? Pero no bebí nada en absoluto... ¿No es posible que ese rinoceronte cachondo me haya hecho
algo?"

-En cualquier momento
gruñó Aaron.

"Caray, nadie creería que eres tú quien necesita ayuda", pensó en voz alta sin saberlo.

"¿Disculpe?"

-N-nada-con una sonrisa amable, Zhu Kang sacó al hombre del ascensor-. Por favor, guíame dónde está tu habitación -susurró, manteniendo esa amplia sonrisa.

'En cualquier momento, bozo, me duelen las mejillas'

Aaron lo miró fijamente durante un rato antes de asentir hacia su derecha.

"Genial." Zhu Kang colocó un brazo bajo su cálida axila y lo guió suavemente hasta allí. De alguna manera, sentir ese calor hizo que su cuerpo se sintiera menos estresado y más relajado y cómodo.

"Es extraño... muy extraño... no es un problema de drogas, sino un problema 'mío'. Necesito consultar a un médico. No, eso no ayudará en nada. Necesito consultar a Gwyn, solo él puede decirme qué está pasando con mi cuerpo".

Apretando los dientes, Zhu Knag arrastró a Aaron hasta su dormitorio. Contrariamente a lo que imaginaba, esa habitación era muy normal. Tenía paredes en contraste de blanco y gris y algunos cuadros colgados en algunos rincones. Ni siquiera había muchos muebles allí.

Sólo una cama y una mesilla de noche.

Lo bajó con cuidado sobre la cama limpia.

Aaron gimió incoherentemente.

"Señor, he cumplido con mi deber y me despido ahora".

-No... espera... -Aaron se aferró a la parte inferior de su abrigo-. Baja la temperatura susurró, mirándolo con los ojos dilatados. Eran muy negros, sin rastro de ese tono dorado en ninguna parte.

Su corazón dio un vuelco. Zhu Kang tragó saliva. "E-está bien... ¿dónde está el termostato?"

Señaló con la cabeza el pequeño control remoto que estaba en el borde junto a la ventana.