𝑓𝑜𝑙𝑘𝑙𝑜𝑟𝑒 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑡𝑟𝑖𝑎𝑛𝑔𝑙𝑒 (𝑐ℎ𝑒𝑠𝑡𝑎𝑝𝑝𝑒𝑛 𝑣𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜𝑛)

𝑀𝑒𝑚𝑜𝑟𝑖𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑎𝑔𝑜𝑠𝑡𝑜

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Sergio

Agosto. Agosto fue un mes de vacío, de esperanza, con tantas dudas formuladas en mi mente, no estaba disfrutando mi verano para nada, quería hallar una respuesta, encontrar el camino correcto para mi futuro perfecto. Aún el recuerdo de Max me atormentaba, seguía sin responder mis mensajes, sin embargo sabía que estaba bien porque estaba en contacto con su hermana Victoria, quien me había informado de cómo estaba.

Por otra parte mis días en Suiza eran absolutamente preciosos, cada amanecer parecía sacado de una compleja pintura, ya había realizado pequeños dibujos del paisaje, no había podido contenerme, además la familia Leclerc era demasiado amable con nosotros, nos trataban como si fuéramos parte de su familia, nos incluían en todas las actividades y consideraban nuestros antojos para la cena.

Pato estaba feliz, o más bien, era feliz al lado de Arthur, estas últimas semanas eran todos unos adolescentes enamorados, no se separaban para nada, iban a todos los lados juntos, he incluso compartían ropa de pareja; justo esa mañana ambos salieron a tomar en desayuno en la montaña, Charles y yo también los acompañamos, pues nos habían indicado cuidarlos.
No podía evitar mirarlos con tristeza, ellos me recordaban mucho a mi y a Max hace apenas unos años, despreocupados y profundamente enamorados, llenos de ilusiones y promesas, yo aún seguía creyendo que íbamos a ser para siempre, a pesar de que había roto el corazón de Max.

-Deberías dejar de atormentarte. -Charles se sentó a mi lado, había pasado tanto tiempo con la mirada perdida que olvidaba su presencia, ahora tenía una mejor relación con él, algunas veces solíamos compartir risas y en otras ocasiones solo nos saludábamos cortésmente, él aún ponía cierta distancia, y lo comprendía, tampoco estaba en sus mejores condiciones.

—No puedo evitarlo Charles, aunque creo que ambos estamos igual. —Murmuré en su dirección.

—Sabes que en mi caso es diferente, yo estoy tratando de disfrutar mis vacaciones, porque después de estos días en el paraíso, al regresar a casa mi mundo se va a desmoronar. —Lo mire, las ojeras eran notorias, y en sus ojos verdes resaltaba la tristeza. -En cambio tú podrías intentar disfrutar de este bello paisaje, en vez de pensar en rubios idiotas.

—Lo siento Charles, se que no hay palabras que te puedan servir como consuelo, pero puedo ofrecerte mi apoyo y amistad. —Coloque mi mano en su hombro, el me dio una sonrisita. —Y lo sé, se que quizás estoy siendo muy dramático, pero soy muy sensible, además de que suelo sobrepensar demasiado mis problemas.

-Deberías dejar de preocuparte por los demás, para concentrarte en ti, en el bello paisaje que te rodea y en las buenas memorias que puedes tener de este verano. -Charles continuó. -Si te concentras solo en lo malo, este verano será agrio para ti, y cada que recuerdes tus vacaciones en los Alpes dirás que no pudiste disfrutar de ellas por estar lamentando tus penas. Los problemas van a seguir Sergio, te atormentes o no de ellos.