﹫ ꒰ TaeJin ⨟ TaeHyung ꒱

Capítulo 1.

SeokJin levantó las manos, Apretando los dedos a mitad de camino. — ¡Estás drenando mí vida!

Su hermano, quien se sentó en un gran Puff comiendo un cuenco de palomitas de maíz rodó los ojos. — ¿Vas a dejar de ser tan dramático y salir de mi camino? Estoy perdiéndome la mejor parte de la película.

—Esta es la quinta vez que haces una fiesta. Nuestro casero dijo que si lo hacías una vez más nos echaría. ¿Estás tratando deliberadamente de dejarnos sin hogar?

Una migraña del tamaño de Texas golpeó el cráneo de SeokJin. Había crecido con el tipo y SeokJung era irresponsable, egoísta y no había sido más que cruel con él. ¿Por qué SeokJin pensó que vivir juntos como adultos cambiaría a SeokJung?

Había sido un completo idiota y ahora el señor Archmand más que seguro se presentaría con una orden de desalojo.

Los policías habían sido llamados anoche después de que la fiesta se saliera de control. Uno de los amigos de SeokJung había conducido por varios céspedes.

Uno había tirado huevos a la casa del señor Wiseman. Otro había roto la consola de juego de SeokJin. ¿Le importó a SeokJung? No, se sentaba allí molesto de que SeokJin se interpusiera en el camino de su estúpida película.

De las otras dos personas que compartían su alquiler cada-dos-largos meses, SeokJin apenas rasguñaba su parte cada mes, y SeokJung había permitido que sus amigos de la noche anterior lo destrozaran.

El señor Archmand se enojaría mucho.

—Se acabó, — dijo Jin mientras cruzaba sus brazos. —Me voy a mudar—SeokJung se levantó de su asiento y clavo su dedo contra el pecho de SeokJin.

La expresión amenazadora en el rostro de SeokJung hizo que SeokJin diera un paso atrás. Sabía que era mejor que no empujar a su hermano demasiado lejos, pero había estado tan enfadado que no le había importado. Ahora le importaba. Lo último que quería era que SeokJung le diera una paliza.

—No irás a ninguna parte. Tu nombre está en el contrato de arrendamiento, y sabes muy bien que no puedo permitirme que te mudes.

—Entonces no deberías haber alquilado la casa. —SeokJin trató de rodear a SeokJung, pero su hermano agarró su brazo en un apretón que dejaría moretones y giró a Jin para enfrentarlo. La mirada en los ojos de SeokJung le dijo que no tendría ningún problema en golpear a SeokJin si no lo hacía.

Rick bajo las escaleras y miró entre SeokJin y SeokJung, luego se dirigió a la cocina destrozada. Cogió una botella de jugo antes de volver a subir las escaleras. Al parecer, nadie estaba preocupado por la limpieza del lugar.

—Deja de hacer un puto berrinche y déjame en paz, —advirtió Jung mientras empujaba a SeokJin. —Tengo una resaca del infierno, y tu boca está irritando mi último nervio.

SeokJin caminó por el pasillo y entró en su habitación. Cerró la puerta, agarró una mochila y arrojó algunos elementos esenciales dentro. No se quedaría para ver qué haría el propietario.

El fin de semana estaba finalmente aquí, y SeokJin quería salir. Pasar el rato en torno a SeokJung y sus compañeros de cuarto hacia que la vida se sintiera triste.

SeokJin necesitaba las estrellas sobre él, los bosques a su alrededor y la tierra bajo sus pies. Sólo se sentía en paz cuando subía a las montañas.

Esta vez planeaba ir más lejos de lo que había estado antes. Tal vez se perdería y los osos se lo comerían. Eso le ahorraría la molestia de vivir con SeokJung.

La idea le hizo recordar los rumores que había oído crecer sobre los hombres Jeon, rumores que todavía flotaban hoy. SeokJin puso los ojos en blanco ante la idea de que los hombres domesticaran o se transformaran en osos. Los residentes de Grizzly Ridge necesitaban conseguirse una vida.