Capítulo 3

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Al salir de la habitación Enid se queda en el umbral de la puerta, cierra sus ojos y suelta un gran suspiro. Había mal pensado lo que la ojinegra había dicho, su loba se emocionó con la idea de algo más que un abrazo, se sentía tan avergonzada, camino hacía la habitación de yoko y tocó la puerta, se escuchaban risas dentro del cuarto.

— Adelanté—. Dijo yoko desde adentro.

Enid trato de abrir la puerta pero está tenía seguro lo cual se le hizo extraño.

— Tiene seguro—. Dijo en un tono alto para que la escucharán. Escucho una risita desde adentro y a los segundos abrió la puerta Yoko.

— Holaaa Enid—. La saludo una emocionada vampira, se dieron un largo abrazo.

— Te extrañé mucho—. Dice Enid con una sonrisa. — Yo igual Ens—

— Hola Divina, no sabía que estabas aquí, te extrañé. — Fingió no haber escuchado las risas.

— Hola Ens, también te extrañe, vine a ver a esta vampira dramática—. Le dijo Divina con una sonrisa de burla hacia la vampira, la cual se sonrojo.

Enid se rió y dijo —¿Dramática por qué?—.

Se sentaron en la cama y la loba se dió cuenta que Yoko y Divina se sentaron muy cerca, estaba una casi encima de la otra.

— Pues verás, me fui las dos semanas de vacaciones con mi famila a un bosque donde hay un gran lago, es hermoso en verdad y está muy alejado de todo así que podíamos nadar convertidos en sirena sin ninguna preocupación, el problema es que casi no había señal, solo pude hablar un poco con Yoko, casi nada, y desde que entre al cuarto a estado encima de mi— . Divina le conto con una gran sonrisa.

— Es tu culpa por abandonarme dos semanas, te extrañé mucho —. Dijo Yoko escondiendo su cara en el cuello de Divina.

— También te extrañe cariño, pero ya estoy aquí, no estés triste—. Le contesto y beso su cabeza.

Enid se sorprendió por el comportamiento de su amiga vampira, ya que Divina siempre había sido cariñosa pero Yoko era más fría y más distante, no demostraba cariño y interés en contacto físico con cualquiera, ellas dos siempre habían sido cercanas pero tenían tiempo que se miraba que había algo más, la loba se sentía feliz por sus amigas, ellas se complementaban tan bien y eran muy lindas.

Yoko se acurruco en el cuerpo de Divina lo que hizo sentir mal tercio a Enid y ella solo quería darles su espacio.

— Bueno chicas, las dejo descansar otro día vengo para echar chisme, quedé de verme con Ajax—. Mintió la rubia.

— Adiós Ens, te queremosss—. Dijeron las chicas al mismo tiempo, lo cual causó una risita entre ellas.

Enid las miro con ternura antes de salir del cuarto, se encamino al cuarto de Ajax y toco la puerta.

— Sí, adelante—. Dijo el chico gorgona.

Enid abrió la puerta y entro saludando al chico con la mano, cerro la puerta y camino hacía el chico.

A Enid se le hacía raro que no sentía nada de nervios o emoción por ir a ver al chico, y más estando solos, como otras veces que la hacían morirse de nervios.

— Hola Ens —. Dijo el chico emocionado acercándose a ella, la tomo de la cintura y beso sus labios — Te extrañé —. Dijo antes de apretarla contra el y besarla algo desesperado, Enid no sabía que hacer, no sentía absolutamente nada en aquel beso, lo apartó disimuladamente y se fue a sentar a su cama.

—  Hola, también te extrañe—. Mintió la rubia, no había pensado en el desde aquel día del eclipse, se sintió mal por eso.

— Me alegra que sea mutuo, ¿que hiciste estás vacaciones? , ¿pensante mucho en mi?—. Dijo el chico con una sonrisa coqueta, y se sento frente a la rubia.

Mi loba| Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora