Yo sinceramente casi no soy de salir pero cuando me propongo una salida chévere voy, aunque sinceramente a esta no quiero ir.
—Ps, ps, ps Martina - habla Fifi pasito.
—¿Que? -pregunto.
—Estás re entretenida, me parece -dice.
—¿En qué tanto pensas? -me pregunta con burla.
—No en nada.
—¿Iremos a la fiesta? -pregunta.
—No creo, sabes que seguramente asistirán todos los de la u y no quiero.
—Okey igual piénsalo y me cuestas, ¿Va?.
—Vale.
—Nos vemos mañana entonces -me dice.
—Espera, ¿porque tanta prisa?.
—Esque iré a hacer unas cosas a casa -habla rápido.
—Mm okey chao.
Se despide de mí y como yo no quiero irme tan rápido a casa me voy dirigiendo a un parque ubicado a unas cuadras del colegio, cuando voy llegando me encuentro con Cristian sentada en una banca y planeo asustarlo.
Me voy acercando sigilosamente para que no me note y tampoco me escuche.
Cuando llego...
—¡Buuu! -grito.
—¡Ahhhh! -grita y voltea asustado.
—Ay pero no te asustes -suelto la carcajada y me tocó el estómago de tanto reírme.
—Idiota me asustaste, dónde me hubiera muerto ¿Que? -me habla con la mano en el pecho.
Yo no podía dejar de reír mientras Cristian me miraba enojado por el susto, Yo le doy la vuelta al banquito y me siento a su lado ya un poco calmada.
—¿Que haces aquí solo?.
—Que te importa -me respondió.
—Ni te enojes, era jugando no más -lo abrazo.
—Enserio casi me muero Martina, no lo vuelvas a hacer -me corresponde el abrazo.
—Bueno perdón.
—Vale, estoy aquí porque no quiero irme a casa aún -habla el.
—Que casualidad porque yo tampoco me quiero ir aún, ¿Me puedo quedar contigo?.
—Pues ya estás -dice.
—¿Ah sí? Me voy entonces -hagl el amargue de irme.
—No -me vuelve a sentar- solo respondí a tu pregunta.
Lo miro sería para luego reírme.
Toda la tarde estuvimos sentados hasta que se hizo de noche y Cris me invitó a comer a un negocio callejero que había de empanadas, luego me acompañó a casa y se marchó a la de él, estuvimos en contacto para saber que llegó bien a su casa.
NARRA JOSEFINA
Le mentí a Martina y me siento muy mal, pero es que me da mucho miedo de que peleemos o simplemente me deje de hablar por el simple hecho de que me voy a ver con Iván, yo sé que no tiene nada que ver pero por lo que pasó supongo que serían las cosas incómodo entre las dos.
Estoy en casa esperando que llegue Iván, quedamos en que veríamos otra vez películas toda la tarde, sonó el timbre y me puse un camisón grande ya que estaba solo en ropa interior.
Abre la puerta y lo veo ahí parado con unos días negros holgados y su camisa blanca ancha.
—Hola flaca -se inclina para darme un beso en el cachete.
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Lecciones del corazón
Randomun amor al que se enfrenta la verdad, una historia que te hará reflexionar sobre la importancia de la honestidad y la vulnerabilidad en la relación.