Coji mi celular y mire el número, era un código raro que comenzaba con un +54 en mi vida lo habia visto ( no se códigos de rangos celulares) investigue y era un número argentino.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me mato la curiosidad y entre y le contesté...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de esa conversación supe que era el y que lamentablemente mi vida daría un vuelco de 180° otra vez.
Me acosté con una preocupación y sensación rara, no podía conciliar el sueño; después de dar tantas vueltas en la cama logré dormirme.
Al otro día...
—Buenos días hija- me susurro alguien en el oído.
—Oh mamá, regresaste -sonrio somnolienta.
—Si hija, pero no me quedo mucho, me toca volver a irme hoy en la tarde - me dice mientras acaricia mi cabeza.
—Me iré a bañar -la ignoro mientras me paro de la cama.
—Hija no te enojes -me dice con un eje de tristeza.
—¡¿Cómo querés que no me enoje?!, por Dios mamá, nunca estás conmigo -Le grito con mucha rabia mientras manoteo.
—¡Sabes que lo hago por trabajo y para darte lo que tienes hoy en día Martina! -me grita.
