⚝. Once

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Y ahí estaba, bebiendo en aquel bar que frecuentaba hace años cuando estaba en Corea.

Le traía recuerdos, había pasado innumerables noches divirtiéndose con sus amigos en ese lugar, pero desde que regresó ya nada era igual.

Bueno, eso era demasiado evidente.

Todos tenían responsabilidades grandes ahora, y no podían estar divirtiéndose tanto como antes.

Además, Jisung no se encontraba divirtiéndose del todo en ese lugar.

─Me puede dar otra botella de whisky. ─Alzó la mano y el bartender asintió, la sala VIP jamás se había sentido tan triste como en ese momento.

Solo estaba Jisung quitando su molestia con alcohol y un par de hombres bebiendo con cara de aburridos en el otro lado de aquella gran sala.

El bartender llegó con aquella botella y aparte un vaso de agua fresca.

─Relájese un poco, no beba demás. ─Sonrió y Jisung suspiró devolviendo la sonrisa. Aquel bartender había sido un buen acompañante para él y sus amigos, los ayudó innumerables veces cuando
estaban perdidos en alcohol, estaba muy agradecido con él.

─Gracias. ─Abrió la botella y sirvió un poco en su pequeño vaso antes de moverlo un poco y verlo con detenimiento.

─No sirvo para eso, ¿por qué mi padre me daría el mando? ─Murmuró antes de ver el vaso de agua junto a la botella.

─Debería dejar el alcohol. ─Ladeó la cabeza antes de beber aquel trago con
rapidez y dejar el vaso sobre la mesa.

─Mejor me llevo esto. ─Cerró la botella y se dirigió a la barra con ella en sus manos.

─Me la llevo, ponlo en mi cuenta. ─Musitó y el bartender asintió.

─Ya lo está, joven.

Y Jisung salió de ahí a paso lento, es como si quisiera irse, pero a la vez no.

─Si encuentro a un sexy hombre en menos de tres segundos me quedo...uno, dos.. ─Y su mirada captó a un rostro conocido entre la multitud bailando.

─¿Minho? ─Dijo confundido antes de verlo de nuevo y efectivamente, era aquel pelinegro, quien parecía buscar a alguien.

Los ojos de Minho lo encontraron y si expresión cambió totalmente.

─Jisung, ¿qué haces aquí? ─Preguntó con una leve sonrisa y el rubio se encogió
de hombros.

─Bebiendo. ─Minho sonrió y su mirada seguía recorriendo aquel lugar, como si siguiera buscando a alguien.

─¿Buscas a alguien? ─Minho asintió.

─A mi hermana menor, se supone que no debe estar aquí. ─Se cruzó de brazos y su mirada seguía viendo los alrededores de aquel lleno lugar.

─¿Tienes hermana? ─Dijo asombrado, nunca se había enterado de eso.

─Si, es Lee Momo, ¿la conoces? ─Sonrió mientras lo vió de reojo.

─¿Lee..qué? ─Dijo sorprendido.─ ¿La cantante? ─Minho suspiró y asintió.

─Si mi padre y su manager se enteran de que está aquí, estará muerta.

Y la vista de Minho brilló al encontrar aquel rostro familiar entra la gente bailando.

─Ahí está.

Jisung vio como el pelinegro se adentraba en la multitud y regresaba jalando la muñeca de una pálida mujer rubia quien se quejaba como una niña.

─Consiguete una novia y deja de joderme la vida. ─Lloriqueó mientras llegaba junto a Jisung.

─¿Quieres que te lleve? Me queda cerca. ─Dijo Minho con una sonrisa sin soltar a la notable ebria mujer que traía tras él.

─Claro… ─Dijo en un hilo de voz antes de salir del bar junto a ambos.

─¿Cómo me encontraste, infeliz? ─Bufó cruzada de brazos mientras caminaban hacia donde se encontraba el auto estacionado.

─Te dije que dejaras de enviarme mernsajes ebria. ─Abrió la puerta trasera e hizo que Momo subiera al carro, quien a regañadientes lo terminó haciendo.

─Hay muchos Lee's en mis contactos, siempre me confundo contigo, imbécil.

─Pues es mejor eso a un titular con tu nombre y la palabra "ebria" en la misma oración.

Jisung subió al asiento de copiloto sintiéndose algo metido, así que se limitó a no decir nada.

─¿Y él? ¿Es tu novio? ─Momo se acercó al ver a Jisung con una sonrisa.

─Deja tus estupideces, claro que no. ─La rubia hizo una mueca.

─Por supuesto, un chico tan lindo no podría ser pareja de un amargado como tú. ─Dijo y Minho rodó los ojos antes de encender el auto y empezar a manejar.

─Oye, lindo, ¿cuál es tu nombre? ─Sonrió ladeando la cabeza y Jisung le devolvió la sonrisa.

─Jisung, mucho gusto.

La rubia sonrió antes de poner su mano en su pecho diciéndose a ella.

─Yo soy Momo, mucho gusto. ─Extendió su mano y Jisung soltó una sonrisa recibiendola formando un leve apretón de manos.

─Lo sé.

─Tsk, discúlpala, vivió en Canadá y se le olvida que aquí no se da la mano a la gente que recién conoces.

Minho interrumpió su prqurña conversación llamando la atención de ambos.

─¿En serio? Yo viví en Estados Unidos. ─Sonrió haciendo que la chica sonría junto a él.

─Entonces no te incomoda, ¿ves, viejo anticuado? ─Musitó Momo dirigiéndose hacia el pelinegro que conducía tranquilamente.

─La gente tiene algo con decirme viejo estos días, eh.. ─Murmuró antes de detener el auto frente a un edificio.

─Listo Momo, ve a dormir y asegúrate de que tu manager no se entere de que estuviste por ahí.

Volteó a ver a la rubia quien rodó los ojos antes de abrir la puerta y salir del carro.

─Si, papá. ─Dijo en tono burlón y Minho frunció el ceño.

Escuchó cómo cerró la puerta y se acercó a la ventana.

─Jisung, espero nos volvamos a ver. ─Sonrió mientras se asomaba por aquella ventana del piloto, pasando por alto a su molesto hermano.

─Igualmente, Momo.

─Hasta pronto. ─Sacudió su mano antes de darse la vuelta y adentrarse en el edificio.

─Esta niña… ─Murmuró antes de empezar a manejar nuevamente.

Silencio.

─Bueno...puedes dejarme por aquí, queda cerca de mi casa y… ─Jisung musitó pero la voz de Minho lo interrumpió.

─¿No quieres venir conmigo esta noche? ─Dijo directo, tomando por sorpresa a aquel rubio.

─¿Eh?

─Dije que si te gustaría pasar esta noche conmigo.

─Dije que si te gustaría pasar esta noche conmigo

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