Capítulo 3

115 19 8
                                    

Llegaron a la siguiente estación cuarenta minutos después. Louis casi quería llorar por la velocidad del auto. Nunca había manejado ni montado en un vehículo tan rápido y tenía el corazón al borde de la garganta.

La luz de la estación los cegó. El hecho de tener que permanecer en una calle oscura durante más de media hora con solo la tenue luz del coche iluminando el camino hizo que Louis sintiera que por fin podía ver la luz al final del túnel.

El misterioso alfa puso el freno de mano, sacó la llave del encendido y abrió la puerta. Louis lo siguió con vacilación y salió del auto, arreglándose la ropa que se le había subido mientras intentaba no tropezar con el duro camino.

El hombre de la empresa le devolvió la llave al conductor tembloroso junto con algo de dinero que Louis aseguro era más que necesario.

—Gracias por dejarnos prestado su coche, que tenga una buena noche.

Louis fue agarrado nuevamente por el brazo y el alfa lo hizo correr por tercera vez esa noche, haciéndolo gemir.

—Date prisa, vas a perder el tren otra vez.

Louis hizo pucheros mientras intentaba controlar su respiración, el alfa tenía un fuerte agarre en su brazo y aunque quería quejarse por la ligera presión que sentía, también se sentía protegido.

La estación estaba más iluminada que la anterior, todavía había gente rondando los andenes. Y también el tren de Louis.

—Gracias a Dios, eh, esperé, déjeme, déjeme calmarme primero. —Louis usó el hombro del alfa como apoyo mientras intentaba pararse correctamente, el pecho expandiéndose y encogiéndose mientras inhalaba el aire fresco.

—Supongo que te dejaré aquí.

Louis espetó, con los ojos muy abiertos al registrar las palabras que salieron de la boca del alfa. —¿N-no vas a venir-?

—¿Qué me pediste en la estación anterior? Que te enviara aquí, ¿verdad? —El alfa tenía una expresión severa en su rostro, lo que hizo que Louis tragara saliva. Asintió lentamente— Mhm, entonces mi parte aquí está hecha. Que tengas un buen viaje.

Louis detuvo al hombre y lo hizo fruncir el ceño.

—¿Y ahora qué?

El omega se sonrojó antes de preguntar:

—¿Puedes darme algo de dinero? Quiero comprar un poco de agua, por favor— Louis se mordió el labio y se rascó el brazo helado mientras observaba al alfa sacar algunos billetes de su billetera marrón.

—Toma, no me molestes más.

Y con eso, Louis vio como el alfa desaparecía entre la multitud, dejándolo vulnerable y solo en medio de la estación.

Con cincuenta dólares en la mano.

♤...♡...♧

Probablemente había perdido la cuenta de cuántas veces se había quedado mirando inútilmente la oscuridad de la noche. La vocecita dentro de su cabeza no podía dejar de provocarlo, en realidad lo hacía reír, reírse de sí mismo.

Harry caminó por la calle desolada cerca de la estación, se podía escuchar un sonido distante de un perro ladrando aunque no podía ver ninguna casa alrededor del área.

El abrigo negro se ajustaba a su cuerpo y había un dulce olor a manzana flotando en la tela. Era el aroma alegre del omega.

Tal vez solo paso unas horas con el lindo omega, con mitad enojo y mitad diversión como las únicas emociones que podía sentir al escuchar la voz aguda y melosa divagando sobre su vida privada, pero Dios, ¿Harry lo envidiaba por simplemente vivir su mejor vida sin tener que preocuparse por las cosas? Ciertamente.

Save Your Heart/L.S [Traducción] (ABO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora