Estoy cansado de fingir sentimientos que no existen dentro de mí. Estoy casi vacío; no hay empatía, no hay amor.
Me desgasta la idea de mezclarme al comportamiento humano "normal".
He sido consumido casi por completo por mi lado primitivo, y la única manera de calmarlo es, cazar.
Mi nombre es David, David Vranx, y muchos dirían que soy inhumano, un monstruo. Y estoy de acuerdo; a decir verdad, no tengo la más remota idea de cómo vivir como humano.
3 de marzo, 19:45 p.m.
Leonardo se encontraba a unos pasos de la mansión donde vivía el que posiblemente sería su maestro.
Observó donde tenía escrito la dirección; era correcta.Pasaron 10 segundos y la puerta se abrió, frente suyo estaba aquel sujeto. Era joven, lo cual Leonardo esperaba que fuese alguien mucho mayor, como usualmente lo era
- ¿Usted es David Vranx?
Leonardo preguntó mientras su mirada se colaba dentro de la mansión.
- ¿Quién pregunta?
David miró con extrañeza al joven aprendiz.
- Soy Leonardo, Leonardo...
David interrumpió rápidamente.
- Entra y dime lo que necesitas, sé breve porque ando atrasado.
Leo entró a la mansión y observó con asombro las paredes, las cuales aún tenían grandes cuadros de pinturas que David había elaborado.
La mayoría era de mujeres hermosas, pero había uno que resaltaba bastante.
Leonardo miró con detenimiento la pintura, ya que esta resaltaba de las demás porque no era una pintura de una mujer hermosa, si no porque el cuadro era enorme, de al menos unos tres metros de alto, y un metro y medio de ancho.
Este mismo era una pintura de un hombre con la mirada llena de sufrimiento, se podía notar el brillo resaltado en los ojos, los cuales reflejaban mucho dolor, como si los años o el tiempo hubieran acabado casi por completo con él. Las ojeras del hombre en la pintura eran notorias, con leves heridas en el rostro, como si fuesen raspones.David miró a Leonardo y con una enorme sonrisa en su rostro, dijo:
- Ese trabajo fue retador.
- Es excelente, y el color escarlata en sus ojos le da un toque especial.
Expresó Leonardo.
David mantuvo la sonrisa mientras dijo: "No pretendas apoderarte del mundo, si en el camino tu alma se desvanecerá. Quien quiera conservarla, será imposible".
Leonardo miró de re ojo a David y pudo notar un aparente tatuaje pequeño sobre su cuello.
- No sabía que le gustan los tatuajes. ¿Qué significa el de su cuello?
David se quedó en silencio, suspiró profundamente y evadió la pregunta.
- Te dejé entrar porque llevo prisa, debo viajar en cinco días , así que, dime, ¿Qué necesitas?
Su voz fue seria, su humor había cambiado drásticamente, a lo que Leonardo nervioso por la reacción, dijo:
- Me dieron su dirección porque me dijeron que usted es un especialista en la pintura, y me gustaría ser su aprendiz, quiero ser un famoso pintor, que mi nombre se extiende desde Salerno hasta la tierra lucitana.
David notó entusiasmo en él, pero se negó.
- No estoy interesado en ser maestro.
David caminó apresuradamente hacia el interior de su mansión. El joven aprendiz lo siguió, tratando de convencerlo.
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El Asesino del Retrato
Science FictionDavid disfruta plasmar lo más profundo de las personas en su arte, sin levantar sospechas, admirado e idolatrado por quienes lo conocen. Él mismo disfruta plasmar las almas de ellos, sin saber que también puede crear nuevas esencias.