Capítulo 13

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Mew y el sargento se volvieron a poner la ropa militar.

El sargento me tumbó sobre su regazo. Bajó mis pantalones hasta las rodillas para exponer mi culo

-El soldado me habló de tu pequeño tatuaje de amor.- el sargento masajeó mi nalga donde tenía mi tatuaje dedicado a Mew.-Tengo que decir....se ve muy sexy.- dió unos golpeas donde se encontraba mi marca de amor

-AH....-

Una y otra vez mi trasero fue azotado, froté mi pene sobre su rodilla se tras cada golpe y eso me excitó más

-Owwww.-

Repitió lo mismo en mi otra mejilla

Poco después yo ya estaba correando mi presemen sobre su rodilla.

-Soldado Suppasit. Páseme la tabla.-

El sargento me mostró la tabla de madera aplanada con la inscripción BITCH en ella

-Tengo que decir que ciertamente eres un buen esposo en la casa. Frotó la suave y fría tabla sobre mi culo.- Y la forma en la que nos reprendiste el otro día también fue bastante impresionante. Pero...- SMACK.- No crees que debemos dejarlo claro.- SMACK

-Grrrhhhh.-

Me estremecí.

-¿Quién lleva los pantalones en la casa?.

Azote, azote, AZOTE!. Sentía arder mis nalgas. Pero el dolor era exquisito. Seguía goteando

-Puedo sentir el calor de tu culo y aún así puedes guardar la calma, ¿eh? de verdad esto lo estas disfrutando. Supongo que necesito ser un poco más rudo contigo.-

-HUH?.-

Unos minutos después el sargento y Mew habían colocado una barra de metal en mis tobillos para mantenerme abierto y mis muñecas las encadenaron a la misma barra. Esto me hizo quedar en posición mahometana con los brazos entre las piernas encadenados exponiendo mi culo y sosteniéndome únicamente con el pecho. ¿En serio?.

-Soldado!.-

-Sí señor.-

-Mete esto dentro de él.- Pude ver que es sargento sostenía una bala anal.

Sin cuidado alguno Mew metió la bala en mi culo

-AHH...-

Con la fusta golpeando en su mano el sargento anunciaba lo que seguía.

Mi corazón se aceleró

SMACK.

-OOH!.-

SMACK

-UNGH!.-

De por si mi culo ya estaba sensible por los tablazos ahora con la fusta me ardía más. Pero lejos de hacerme llorar de dolor me hacía llorar de placer. Los azotes me hacían contrar el ano y al estar dilatado por la bala no hacía más que aumentar mi necesidad

Quise moverme pero recibí otro azote como castigo

-NO TE MUEVAS.-

Momentos después estaba jadeando y sollozando sobre la cama mordiendo las sábanas

-Ummmm....yo.....-

-¿Estás a punto de explotar?-

Asentí

-Diez más en cada nalga soldado.-

Otro momento después

-Soldado, puedes quitar el tapón de su ano.-

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