La semana pasó lenta, estresante y aburrida. Sólo con la excepción de las llamadas de 10 minutos que se hacían para relajarse un poco antes de seguir con el trabajo.
Finalmente era viernes y Katsuki estaba metido en su cuarto arreglándose para ir a casa de Shoto a ver a las gatitas. Sólo a las gatitas, aclara.
Shoto no tardaría en llegar y él aún no estaba del todo listo, ya sabe que se ve perfecto, pero no está listo en cuestión emocional.
Estaba nervioso. No era lo mismo a dejar que Shoto entrara a su casa. Él nunca había estado en una casa que no fuera la de sus padres, sus abuelos, o Tenya. Y sí, Tenya era un alfa, pero en ese entonces eran críos y sus padres y hermano siempre estaban ahí, no como Shoto que vive solo con dos gatas en una casa que seguro huele a él por todos lados, sumando el hecho de que Shoto le gusta mucho más que Tenya.
Ignoren eso.
Respiró un par de veces para tranquilizarse y se dijo varias veces que esto no tenía nada de especial y que debía aparentar su seguridad habitual, entonces escuchó un auto estacionándose frente al edificio. Se congeló. Luego alguien tocando a su puerta. Se congeló de nuevo. Miró al reloj, era la hora exacta.
«Mierda».
Pone la cara de seguridad que mejor le sale y abre la puerta, encontrando a Shoto ahí parado, con el abrigo cerrado y un palito en la mano, cubierto por una bolsita como una paleta. No lo saluda porque sabe que el otro lo hará.
—Hola —ahí está el saludo, sonriendo ligeramente como sólo lo ha visto a él hacer—. Esto es para ti.
Sujeta la aparente paleta que el otro le entrega. La abrirá en el camino.
—Gracias, idiota —agradece a su modo—. Vámonos, nos están esperando.
Shoto supo que se refería a las gatas. Se dejó llevar cuando Katsuki lo tomó de la mano para salir del edificio e irse de una vez.
Se detuvieron frente al auto negro estacionado frente al edificio y Bakugo no esperó para subirse en el asiento del copiloto, pues el aire estaba helado y él había dejado —a propósito— el abrigo en su casa.
Todoroki tampoco se tardó mucho en arrancar el vehículo y tomar el camino hacia su departamento, donde había ordenado sus cosas, limpió y hasta bañó a Cúmulo y Nebulosa. Bañar a Nebulosa era sencillo, ella era muy bien portada; en cambio, darle un baño a Cúmulo era toda una odisea. Sus brazos no salieron de ahí sin ardor por los rasguños.
Katsuki le quitó con cuidado el envoltorio al regalo que le dio Shoto y sonrió al ver que se trataba de una manzana acaramelada.
—Oye, Bastardo —lo llamó luego de pasarse el bocado de manzana—. ¿No habías dicho que mi casa te quedaba de paso? Vamos en sentido contrario.
Shoto se vio descubierto. Sólo había dicho esa mentirita para que Katsuki no creyera que era una molestia acompañarlo.
—No mentí del todo —se defiende rápidamente—. Me queda de paso si ir a tu casa es parte del camino cotidiano de los viernes, ¿no?
Katsuki suelta una risa. Esa fue la justificación más tonta y linda que hubiera imaginado, pero no se lo iba a decir. Sólo le dio otro mordisco a la manzana que, por cierto, estaba deliciosa.
Shoto se vio tentado a poner música en el estéreo, pero luego desistió al ver lo concentrado que estaba Katsuki mirando por la ventana, pensando. Le daba curiosidad qué era lo que ocupaba su mente siempre que iban camino a algún lugar, porque en esos momentos no hablaba, sólo miraba y se relajaba.
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Coffee Warmth [TodoBaku]
FanfictionKatsuki y Shoto son una pareja destinada. Ninguno sabe nada de relaciones además de lo que leen en libros de romance. Ineptos y virgenes se conocen uno al otro. •|ᴛʜɪs ғᴀɴғɪᴄ ɪɴᴄʟᴜᴅᴇs: •Omegaverse •Omega Bakugo Katsuki •Alfa Todoroki Shoto...