No me pagan lo suficiente para esto

131 8 10
                                    

Otro día en Hyrule, hoy se podría decir que le habían dado unas horas libres por ciertas actividades que se realizarían. Asi que como no tenía que cuidar a Link desde temprano, quería ir al pueblo que por estos días estaban más animados. No quedaba muy lejos eran como 20 minutos caminando así que no llevaría a Hiro. Se dirigía a la entrada cuando escucho algo o mejor dicho a alguien.

-¡___! ¡esperame! -volteó a donde venía la voz -Ah solo es Link... espera ¡¿Que?! ¡¿Link?! ¡¿Cómo escapó?! -

Link había escapado y era perseguido por dos guardias para evitar que se escapara. ___ estaba por detenerlo, se paró recta, los brazos cruzados y con la mirada seria la cual hizo al Link detenerse.

-¿Se puede saber que estas haciendo? -Link no le prestó mucha atención y volteo para ver que tan lejos estaba y luego la miró

-Perdoname por esto pero... ¡corre! -

-Espera ¿Qu..- no terminó de hablar.

Link la había tomado de un brazo para empezar a correr otra vez htas llegar al pueblo, algunas personas se sorprendieron al ver al príncipe y otros solo rieron al ver como ___ estaba siendo jalada por Link.

Después de esconderse por un largo tiempo, ___ le había comprado otra ropa para que se la pusiera en algún baño público, no podía andar por ahí con su ropa "normal", que al menos para él lo era, pero dejar que más personas supieran quien era sería escándaloso.

-Ahora si, dime ¡¿Por qué te escapaste?! -alzó la voz asustando un poco al príncipe.

-Es que... no quería estar ahí, no es divertido porque no estas ahí para hacer tus comentarios graciosos sobre los demás, luego supe que te habían dejado venir al pueblo así que... -siguió contando todo lo que había hecho -y por eso estamos aquí -sonrió como un niño travieso que acababa de hacer algo mal.

-No me pagan lo suficiente para esto -pensó mirándolo sorprendida -me impresiona que hayas escapado de dos guardias -

-Con ellos es fácil, contigo es casi imposible pareciera que tienes ojos en todas partes -

-Ahora el verdadero problema será al volver. Ay, me regañaran a mí por no detenerte cuando pude -

-Lo sé, pero nos divertiremos, lo prometo -

-Link ¿Creés que me divierte esto? -

-Si -sin dejar de sonreír como un niño pequeño.

-Link- lo mira con un semblante serio.

-¿Entonces no te diviertes cuando estas conmigo? ¿Ni siquiera un poco?-

-Por esta vez no, mi trabajo correrá peligro, una cosa es hacer estupideces en el palacio y otra hacerlas para escapar -

-No me regañes, no ves que estoy chiquito, solo quiero divertirme un poco -

-Eres de la misma edad que yo y sigues siendo un niño -

-Oye, no me digas así -se cruza de brazos y la mira con el ceño fruncido y un puchero.

-Pero actúas como uno, ¿Un ejemplo? ahora -se da cuenta de como estaba y se pone serio o bueno, lo intentaba.

-Mala-

-Si soy, ya vamonos, tal vez sí llegamos al palacio antes de que nos atrapen, no nos den la regañada de nuestras vidas -

-Esta bien -

El camino de regreso era silencioso, caminaban por las calles y ninguno decía nada, Link solo pensaban en el sermón que le daría su padre hasta que vio una tienda muy colorida, era una tienda de dulces. Link entró siendo llamado por el olor dulce además de que podría hacer una que otro berrinche para irritarla, ___ que iba unos pasos más atrás lo siguió.

-Prin..digo Link! -no podía llamarlo de la otra forma por que sabrían quien era.

-Mira ___ cuantos dulces -

-Si, si, vámonos -lo tomó del brazo caminando hasta la entrada.

-Espera, yo quiero dulces -

-No hay dinero -dijo lo primero que se le vino a la mente.

-Mientes -Link hizo un puchero y puso ojos de cachorrito abandonado.

-Eso no funciona conmigo y lo sabes -

-Si y llevo meses tratando de irritarte con todo lo que hago y aún no logro hacete enojar o ceder -

-Ya te conosco lo suficiente como para no caer, puede que al principio si quería encerrarte en tu habitación para no saber nada de tí, pero ahora ya me acostumbré -

-¿Me compras dulces? -

-No, no tengo dinero ya te dije -

-Por favor, se que si traes -

-Que no y tu tampoco traes ni una rupia -

-Por favor y te doy lo que quieras después -

-Interesante, nunca habías intentando el intercambio o mejor dicho soborno -

-¿Entonces aceptas? -

-Supongo que sería justo por todo lo que me has hecho pasar, ¿Lo que quiera lo cumpliras? -

-Si-

-Ve por tus dulces - dijo vencida aunque no del todo.

Link empezó a escoger entre varios dulces, tomaba uno que otro dulce que le llamaba la atención, en verdad parecía un niño explorando algo nuevo, tal vez era por que nunca lo dejaban salir más allá de los muros del palacio. Se sentía débil ante ese lindo príncipe de ojos zafiro, tal vez su yo del pasado nunca se hubiera imaginado que cedería ante un príncipe por que pensaba que eran unos niños mimados. No entendía el por qué de eso pero no se le hacia para nada malo, primero inició cuando sonreía al ganar contra ella y ahora verlo así. Si seguía así tal vez no habría vuelta atrás en el sentimiento que crecía cada vez más, tenía que alejarse de él, ser más seria y no darle tanta importancia a lo que sentía su corazón que cada vez se estaba derritiendo más, cosa que nunca creyó que volviera a pasar, no desde esa vez.

-Estos son todos los que quiero -dijo mostrándole una pequeña bolsita llena de dulces.

-Espereme aquí, voy a pagar -dijo una vez que volvió a la realidad dejándolo solo por unos segundos.

Link notó que ella actuó algo diferente, en un momento estaban felizmente hablando y al otro, ella le volvió a hablar de manera formal, como si nunca hubieran sido amigos en todo ese tiempo. Pensaba que tal vez era por estar siempre con personas rodeandolos que se le olvidaba dejar la formalidad.

-Listo, ya podemos volver a palacio -Link solo asintió.

Mi príncipe  Link y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora