Capítulo 1

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DE VUELTA EN CASA

Después de grandes aventuras, los hermanos Pines decidieron tomarse un descanso y hacer una parada en un pueblo cercano para cenar y comunicarse con sus sobrinos. Entraron al restaurante, y mientras Ford pedía la orden, Stanley marcaba el número para hablar con ellos.

Dipper y Mabel les contaron a sus padres que sus tíos se habían reencontrado y reconciliado, aunque, claro, omitieron algunos detalles.

—¿Y cómo han estado? —preguntó Stanley.

—Muy bien, al final la secundaria no fue tan mala como pensábamos —dijo Dipper al otro lado de la línea.

—¡Tío Stan! ¡Vamos a ir estas vacaciones a visitarlos! —gritó Mabel con mucho entusiasmo.

—¡Mabel! ¡Habíamos acordado decirlo juntos! —regañó Dipper a su hermana, algo molesto por arruinar la sorpresa.

—Jajaja, ay, lo siento, pero después de todo, lo habíamos prometido ¿No es así? —respondió Mabel.

Stanley sonrió al escuchar a sus sobrinos tan emocionados.

—Está bien, chicos, me parece una gran idea. Será genial verlos de nuevo en Gravity Falls —dijo Stan con una voz cálida.

—¡Sí! ¡Nos vemos pronto, tío Stan! —dijo Mabel con alegría.—Cuídense, chicos. Nos vemos pronto —se despidió Stan antes de colgar el teléfono.

Stanley se quedó unos segundos mirando el teléfono con una sonrisa nostálgica en su rostro. Luego, se dirigió hacia la mesa donde Ford estaba sentado.

—Ford, es hora de volver a casa —dijo Stan mientras tomaba asiento.

Ford levantó la vista, un poco sorprendido.

—¿Volver a casa? ¿Te refieres a Gravity Falls? —preguntó Ford, buscando confirmación.

—Sí, Dipper y Mabel van a visitarnos estas vacaciones. Será bueno volver allí, ¿no crees? —Stan miró a su hermano con una mezcla de emoción y certeza.

Ford sonrió, asintiendo lentamente.

En ese momento, la mesera llegó con sus pedidos y los dejó sobre la mesa antes de marcharse . Los hermanos Pines disfrutaron de su comida y, una vez satisfechos, emprendieron su camino de regreso a Gravity Falls.

El viaje duró dos semanas, pero finalmente, llegaron al lugar que siempre habían considerado su verdadero hogar. La cabaña estaba desolada, ya que Stan le había pedido a Soos que cerrara el negocio. La razón era simple: la prioridad de Soos ahora era su familia, ya que su novia, Melody, estaba esperando un bebé, y Stan quería que Soos se dedicara a lo más importante en su vida.

Al entrar en la cabaña, ambos notaron una fina capa de polvo cubriendo los muebles. Sin perder tiempo, comenzaron a limpiar el lugar, desempolvando y ordenando todo. Después de una cena ligera, decidieron que era hora de descansar.

Ford, exhausto, entró en su cuarto, donde se tomó un momento para desempacar y ordenar sus cosas. Finalmente, se echó en la cama, suspirando profundamente, mientras sus pensamientos vagaban hacia los recuerdos de los grandes momentos que habían pasado y Al fin no había peligro alguno, y aunque planeaba llevar a sus sobrinos a descubrir nuevos misterios, al menos ya no habría un triángulo que quisiera eliminarlos.

//COMPROMETIDOS// Stanford y Bill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora