Capítulo 4

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"ERES EL ÚNICO QUE ME CALMA CUANDO ESTOY ANSIOSO"

En la mesa del comedor, todos estaban en silencio. Dipper y Mabel, nerviosos e incómodos por la presencia de Bill, esperaban una explicación de sus tíos. No parecía que estuvieran muy sorprendidos por la situación, pero la tensión en el aire era palpable.

—Hagamos esto más rápido —habló Bill primero, con la intención de acabar de una vez con las explicaciones.

—Sí, he vuelto. No, no soy producto de su imaginación. Y sí, tengo un cuerpo, el cual, por cierto, es una especie de prisión. Así que no, no puedo usar mis poderes como antes —añadió, lanzando una mirada significativa a Ford.

Dipper frunció el ceño, tratando de procesar lo que estaba escuchando.

—¿Entonces estás... atrapado en un cuerpo humano? —preguntó, aún sin estar seguro de cómo sentirse al respecto.

—Exactamente, Pino —respondió Bill.

Ford asintió, apoyando las palabras de Bill.—bueno, lo más importante es que Bill no representa una amenaza en este momento —explicó Ford, intentando calmar a sus sobrinos.

—¿En este momento? -—repitió Mabel, claramente sin sentirse del todo tranquila.

—No te preocupes cariño, estaremos bien... —. Respondió Ford con un tono suave para tranquilizar a su sobrina.

— Lo se tío Ford—dijo Mabel porque estaba segura de que sus tíos no harían nada que los pusiera en peligro. — bueno una última pregunta...¿Por que Bill dijo que estaban Comprometidos?...—dijo para finalizar.

—Eso es imposible... Debe estar mintiendo — intervino Dipper.

—Y por que mentiría? Acaso resulta tan subrealista que podamos tener algo?— dijo Bill con un tono un poco serio.

Ford suspiró, frotándose las sienes mientras intentaba mantener la compostura. (frotándose la cabeza en sencillas palabras)

—Bill, eso no es algo para bromear... —murmuró, antes de dirigirse a sus sobrinos—. No se preocupen, chicos. Es una situación compleja, pero todo está bajo control—.

Dipper y Mabel intercambiaron miradas, claramente sin saber qué pensar.

Finalmente, Dipper decidió preguntar algo más.—Tío Ford, ¿por qué está Bill aquí? ¿No se supone que deberíamos mantenerlo alejado?

Ford suspiró nuevamente y miró a Bill con frustración.—Eso intenté... Pero Bill tiene una manera de complicar las cosas. Debería haberse ido, pero no se porque sigue aqui—.

Bill soltó una risa suave, disfrutando de la tensión que causaba.
—Admitámoslo, las cosas serían mucho más aburridas sin mí alrededor—dijo, con una sonrisa.

Ford apretó los dientes, tratando de mantener la calma.—Miren, lo más importante ahora es que Bill no representa un peligro inmediato. Vamos a manejarnos con cautela—dijo Ford, sin querer entrar en más detalles.

Dipper frunció el ceño, todavía lleno de dudas.

—Entonces, ¿qué hacemos ahora? —preguntó, esperando una respuesta que le diera más claridad.

Ford hizo una pausa antes de responder.—Ahora... cada uno regrese a sus actividades. Yo voy al laboratorio para trabajar en una solución más definitiva —dijo, evitando el contacto visual con Bill.

—¿Y nosotros?—preguntó Mabel, todavía nerviosa.

—Pueden relajarse y disfrutar de la cabaña. Estoy seguro de que su tío Stan tiene alguna historia interesante que contarles —respondió Ford con una pequeña sonrisa, intentando aliviar la tensión.

—Sí, vamos, niños. Dejen que Ford haga lo suyo —dijo Stanley, animando a sus sobrinos a seguirlo mientras se dirigía hacia la sala de estar.

Con todos ocupados en sus asuntos, Ford se dirigió al laboratorio, cerrando la "puerta" (pues recordemos que era un maquina expendedora) detrás de él. El ambiente en el laboratorio era sombrío, reflejando su estado de ánimo.

Se sentó en su escritorio, rodeado de herramientas y papeles, y apoyó la cabeza en sus manos, tratando de ordenar sus pensamientos.

La tensión que había mantenido bajo control durante la conversación con sus sobrinos comenzaba a aflorar, y la presión de la situación lo estaba agotando.

De repente, escuchó un susurro familiar detrás de él.

—¿te sientes un poco abrumado?—Bill apareció de la nada, teniendo una chispa de genuino interés en su voz.
—Puedo ayudarte... si tan solo me dejas—

Ford levantó la mirada hacia Bill, con el ceño fruncido.—Bill, las cosas no son como antes —dijo Ford, su voz sonando firme pero cansada—.

Ford suspiró profundamente, agotado tanto mental como físicamente.

—Solo... vete, déjame descansar —dijo, echándose hacia atrás en su asiento, cerrando los ojos y esperando que la paz llegara con el sueño.

Bill rodó los ojos, claramente no impresionado por la idea de que el descanso solucionaría los problemas de Ford.

Sabía que simplemente dormir no le iba a ayudar en nada. Sin decir una palabra, se acercó a Ford y, con cuidado, colocó sus manos sobre su cabeza.Una suave luz comenzó a emanar de sus manos, envolviendo la mente de Ford en un cálido resplandor.

El caos y la confusión en la mente de Ford empezaron a disiparse, reemplazados por una tranquilidad inesperada.

Ford pensó en el escrito en su diario. Recordó las palabras que había anotado con tanta cautela: "Ha acelerado mi mente cuando era lento y la ha calmado cuando estoy ansioso."

Bill observó en silencio, sin soltarlo, sabiendo que, aunque las cosas no eran como antes, había alguna manera en la que aún podía ser útil.

Útil para Ford~.

Aunque antes lo hacía para que avanzara más rápido con el portal, ahora realmente quería su bienestar.

¿Era posible que Bill, el mismo ser que había causado tanto caos, estuviera genuinamente preocupado por él?

Fin del cap 4 :

Hoy no completamos las 1280 palabras ;} bueno eso sería todo gracias por leer.

Se actualiza los sábados y domingos

Próximamen: " Y si lo intentamos"


//COMPROMETIDOS// Stanford y Bill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora