Capítulo 2

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¿DIVORCIO? ¿SIN CASARSE?

—No puede ser solo una promesa de palabra, Bill —dijo Ford, con la voz cargada de sospecha—Tiene que haber algo más, un contrato o algo que se pueda modificar.

Bill se cruzó de brazos, su expresión inmutable. —No, Ford. No hay otra forma. No puedes cambiar lo que ya está hecho.

Ford, frustrado, lo miró con intensidad. —¡Eso es mentira! Tiene que haber una forma de romperlo.

De repente, una presencia diferente llenó la habitación, y Ford vio cómo aparecía una criatura con la apariencia de un ajolote qué era enorme, se veía amigable , pero con un aura que claramente no pertenecía a este mundo.

—En realidad, sí hay una forma —dijo la criatura, con voz profunda y tranquila-. Pero no entiendo por qué querrías saberlo, si se supone que ustedes dos se aman.

Ford lo miró, intrigado y desconfiado. —¿qué?..... —

La criatura inclinó la cabeza ligeramente.

—Me llamo Exodus. Soy el psicólogo de Bill y fui quien le otorgó el permiso para la prisión domiciliaria bajo la creencia de que tenía una pareja estable.—

Bill intervino rápidamente, intentando desviar la conversación. —¡Sí, sí, sí! ¡Eso es exactamente lo que somos! ¡Ford, no necesitas preocuparte por él !—

Ford se quedó en silencio, procesando la situación. Claro, pensó, Bill necesitaba a alguien cercano, un vínculo para conseguir prisión domiciliaria. Todo encaja ahora.

Decidido, Ford preguntó: —Y en un hipotético caso de que quisiera separarme de Bill... ¿cómo lo haría?—

Exodus lo miró con curiosidad antes de responder.
—Pues hay una manera —respondió antes de hacer aparecer un pergamino flotante—. Para anular el contrato que los une, tendrías que firmar este "contrato de anulación".

Ford observó el pergamino con asombro. —¿Había un contrato involucrado desde el principio?

Exodus asintió, y con otro gesto, hizo aparecer el contrato original que tenía la firma de Ford. —Este es el contrato que firmaste, Ford. —

Bill, enfurecido, se giró hacia Exodus. —¡¿Por qué estás haciendo esto, Exodus?! Pensé que estabas de mi lado. ¿Por qué le muestras esto a Ford?—

—¿Qué tiene de malo, Bill? —respondió Exodus con calma—Es solo un contrato. Si ustedes realmente están juntos, no hay por qué preocuparse, ¿verdad?—

Ford, al borde de la irritación, abrió la boca para negar que estuvieran juntos, pero Bill se adelantó y le tapó la boca con su mano.

—Sí estamos juntos, Exodus. Claro que lo estamos —dijo Bill, forzando una sonrisa.

Ford, furioso, mordió la mano de Bill para liberarse y lo miró desafiante. Sin decir una palabra, tomó el contrato de anulación de las manos de Exodus.—Me quedaré con esto -dijo Ford, mirando a Exodus.

—Ha sido un placer conocerte.—

Exodus lo observó con una expresión inescrutable, pero algo en su mirada sugería que no estaba tan seguro de lo que estaba haciendo. Con un último vistazo, desapareció de la habitación.

//COMPROMETIDOS// Stanford y Bill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora