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Poner un solo pie en aquel pueblo, se asimilaba al de un campo de minas, lleno de trampas, ambos pilares se alarmaron y corrieron con destreza a un callejón detrás de unas cajas de fruta, con sanemi al frente y gyomei cubriéndose por detrás.

—qué mierda esta pasando? — intentando asimilar, de donde salieron esas balas o que diablos pasaba en el lugar—será cosa del demonio? Maldición... —

—no... No siento ninguna presencia, ni huelo a sangre por ningún lado.. —

—mierda...entonces?! —

—shinazugawa—

Otra bala impacto justo a lado de el, rozando  su mejilla, que si no fuera, de nuevo por gyomei que lo quito del alcance de la bala sanemi tendría otra cicatriz más.
El impacto dejó a sanemi inmovilizado, los estaban atacando y lo único lógico era que, , ellos eran unos intrusos en aquel lugar.

Una gota de sudor cayó desde la frente hasta el ras de la mandíbula del joven shinazugawa, si bien podía bloquear las balas con su espada, pero el hecho de que este ataque se llevara a cabo por personas y no por demonios, lo ponía sumamente molesto traicionado por los humanos que vino a salvar

—malditos... —murmuró—SOMOS HUMANOS!! 

en aquel lugar, su grito molesto hizo eco, pero sin respuesta, el unico sonido alrededor era el de un grillo cantor, burlándose del tipo, gyomei se mantenía atrás llorando esperando, y analizando la situación.

—están en alerta por el demonio, dudo que nos reciban con los brazos abiertos, shinazugawa.—

—y?! Esperas que nos dejemos del pueblo, al que supuestamente vinimos a salva-

—AHHHHHHHHH!!!!

Un grito resonado por todo el lugar, una mujer, puso alerta a ambos pilares que rápidamente se pusieron a la defensiva, extrañeza en sus rostros sabían lo que tenían que hacer.
.
.
—vamos! —dijo sanemi para comenzar a correr fuera del callejón, el grito provenía de un templo al otro lado de la aldea. Aunque ambos salieron de su escondite con el objetivo de asistir a la emergencia, el pueblo entero comenzó a salir de su guarida y disparar a donde los pilares, ya que eran los únicos entre las calles en ese momento, por supuesto, ambos pilares se supieron defender, gyomei con su hacha qué hacía girar gracias a la atadura a una cadena que permitía moverla, con mucha facilidad y flexibilidad, y por el otro lado sanemi se resguarda con su espada agitandola con destreza de un lado a otro  eludiendo la balas una por una.

—POR FAVOR!!! SALVENME!!!!! —

Cada ves se acercaban más a los gritos de auxilio, pero si no se apresuraban llegarían demasiado tarde, con el correr las balas cesaron, tanto los pueblerinos como los pilares avistaron el provenir del caos, un demonio deforme con una clase de vestimenta de piel, grandes cuernos como los de una cabra y una máscara de kabuki cubriendo su rostro, era como ver cabra en dos patas con un rostro horrible, y con la pobre joven en su hombro aterrorizada arriba del techo de una casa. Con tal avistamiento los pueblerinos dejaron a los cazadores y comenzaron a disparar directamente al ser, que se ahuyento por el ataque y logró escapar corriendo por el techo de las casas consiguientes, era rápido y con la oscuridad de la noche le era más que fácil.

—shinazugawa!! —hablo el mayor captando la vista de sanemi, esperando que captara, mientras continuaban corriendo tras el demonio

—si!! —

Gyomei arrevaso rápidamente a sanemi, dejándolo atrás, corrió hasta que freno, y la fuerza y rapidez en su velocidad lo hizo resbalar por el piso dejando un camino de polvo, juntar ambas manos en su lado izquierdo, una señal para sanemi, quien hizo caso y salto hacia sus manos para ser de soporte y ser lanzado por el aire directamente a la dirección del demonio

✞¡¡𝑵𝑶 𝑻𝑬 𝑽𝑨𝒀𝑨𝑺!! ✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora