8:08 #1

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8:00 de la noche, dando un respiro en el parque acompañada de su cajetilla de cigarros, audífonos y una gorra. Estando abrigada por el suéter que trajo, teniendo en cuenta que a esas horas empezaba a sentirse fresco.

"I don't wanna die
I sometimes wish i'm
Never been born at all..."

Estaba sumergida escuchando la canción hasta que en un descuido vio la hora, "8:08". Era hora de ir a casa, suspiro y empezó a guardar sus cosas en su bolso.

Ya tomando camino mientras miraba el parque donde solía divertirse con su amiga amara, en la infancia siendo su lugar favorito. Hizo una pequeña sonrisa al recordar varios escenarios que pasaron justo ahí.

Llegó a una tienda cerca de ahí y entro.

- Oh Lili, buenas noches querida.- Dijo la señora que ya conocía mi cara, nombre y todo lo que hace falta saber.

- Buenas noches, señora Ava.- conteste algo forzosa la bienvenida mientras me apresuraba a tomar los productos que compraría: Unas cervezas, sopa instantánea y unas fresas. Si, ella con eso se sentía feliz.

- Toma las fresas que están un poco atrás, las puse ahí porque sabía que vendrías por unas.- Mire a su dirección y ella me sonrió para después seguir en lo suyo. Hice caso y ahí estaban las fresas más "bonitas".

Pase a la caja a cobrar todo, preparando como pedir algo que ella ya sabe, pero por vergüenza todavía no se me hace costumbre.

- ¿Algo más Lili?

- Otra cajetilla, señora ava.- Dije en voz baja y cabeza gacha, sin querer ver la cara de ella. En cambio sin decir nada ella acercó la cajetilla en mi y empezó a cobrar todo.

- Te ves preciosa hoy.- Apreté los labios por el cumplido, intenté peinar mi pelo y me llevo unas horas de estrés, para que al final lo tuviera suelto. Lo mismo con el maquillaje, que termino en uno ligero.

- Gracias.- Y trate de sonar más agradecida, pero sentí que lo dije muy seco, así que me apresure a dar una sonrisa.

- Tu madre se enojara, anda.-

Nos despedimos y camine al auto que me esperaba de seguramente ya unas horas antes. Entre y murmuré una disculpa al conductor, el cual no dijo ninguna palabra. Sabía que no tenía que hablar, su trabajo únicamente es esperar a que termine de estar en el parque u otro lugar y llevarme directo a casa.

Y así fue, ya estaba en la puerta de mi casa, preparada para el sermón.

Entre y... Nada, hice un poco de ruido, más de lo necesario para que se notará mi presencia pero nada. Bueno, este día estoy de suerte y mamá tal vez estaba más ocupada.

- En la sala, liliana.- O tal vez está pensando a qué internado llevarme. Genial.
Deje las cosas en una mesa que teníamos en la entrada y camine a la sala, donde estaba el abuelo y mi hermano, (Que rara vez veía en estos años).

- Buenas noches a todos.- Me senté al lado de mi abuelo, simplemente para evitar las miradas de mi mamá. Pero puso más estrategia y se sentó en un lugar donde queda enfrente al mío.

- ¿Dónde estabas?- Pregunta el abuelo.-

- En el parque. -- Algo insatisfecho guardo en silencio. Era algo incómodo, si el abuelo hablaba entonces nadie podía, era simplemente abrumador.

-Quiero ver lejos las cajetillas de cigarros por al menos un mes, ¿Entendido Liliana?-Mi abuelo dijo sin mirarme, mientras aceptaba un vaso de seguramente alguna bebida alcohólica que, de nuevo, seguramente mi madre mando a traer. Me tense por la petición, pero no podía negarme.

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⏰ Última actualización: Oct 02 ⏰

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