Sinopsis

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Había un campo de flores la belleza de aquel paisaje no podía ocultar el horror que lo había invadido.

Caminaba tranquilamente por el lugar, con un paso lento y callado, como si el suelo bajo mis cascos tuviera algo sagrado que aún no deseaba profanar.

El aire estaba impregnado de un olor metálico, mezclado con la dulzura de las flores, creando en mí una sensación inquietante.

Las flores, antes de colores variados, ahora estaban teñidas de un rojo uniforme, desde el tallo hasta el más pequeño de los pétalos

Había llegado a Equestria con una esperanza que ahora me parecía absurda. Este mundo, que en mi mente había sido un refugio de luz y amistad, se revelaba como un escenario de pesadilla.

Ante mí, las siluetas esparcidas por el campo, cuerpos de ponis devorados por las larvas, confirmaban la cruda realidad.

Este lugar no tenía nada que ver con el programa que alguna vez había visto.

Me quedé quieto, mirando los restos sin vida, mientras las placas de las armaduras eran todo lo que quedaba de esos ponis caídos.

Las crías los habían devorado por completo, dejando solo las partes más vitales del cuerpo, como si su cruel instinto buscara prolongar el sufrimiento de los caídos entre la hierba.

En medio de esa carnicería, algunos cuerpos aún parecían luchar por aferrarse a la vida. Los alaridos y sonidos moribundos llenaban el aire, resonando en un eco de sufrimiento que no parecía tener fin.

Era una escena perturbadora, una manifestación del verdadero Equestria, una cruel distorsión de la inocencia que alguna vez creí que encontraría aquí.

¿Qué tan equivocado estaba?

Pero no había espacio para el horror o la compasión. Este era el nuevo Equestria, donde la vida y la muerte eran solo dos caras de la misma moneda.

Inspiré profundamente, apagando cualquier emoción que pudiera nublar mi juicio. Necesitaba sobrevivir, y cada recurso era invaluable.

Comencé a revisar los restos del equipo de caza, moviéndome con frialdad. Recolecté cualquier oro o artefacto valioso que pudiera encontrar.

No había mucho más que hacer, los insectos pronto completarían su ciclo, devorando el resto del huésped antes de transformarse. No sentí compasión, ni ira.

Estos ponis me habían perseguido sin descanso, disparando sus armas y quemando los bosques con furia solo por verme, como si yo fuera el monstruo que tanto temían.

Bueno, no era como si mi apariencia me ayudara, pero hombre, ¿Dónde quedo la amistad?

A lo lejos, aun desde esta distancia, se podían ver las llamas alzarse, lenguas ardientes que devoraban todo a su paso, mientras las nubes de tormenta grises eran reemplazadas por densas masas negras que ascendían desde el poblado en llamas.

— Así que ya han quemado todo el lugar —murmuré, frotándome la barbilla con el casco. Habían sido más rápidos y coordinados de lo que esperaba; sin duda, lo habían planeado todo con precisión.

Con una bolsa con una gran cantidad de bienes, me dispuse a abandonar ese lugar de muerte. A mi paso, las hordas de insectos me ignoraron por completo, ocupados en los cadáveres de los guardias caídos.

Mientras me adentraba en la seguridad de los bosques, vi a lo lejos a los guardias prendiendo fuego al campo. Las llamas devoraban todo, y los insectos volaban frenéticamente en todas direcciones. La desilusión me golpeó con fuerza.

Equestria no era un mundo de paz y armonía, sino un campo de batalla donde la muerte y la desesperanza reinaban. Quizás, después de todo, el verdadero monstruo era este mundo, que me había engañado mostrándome una cara que nunca existió.

MLP fanfic Cuando el Brillo se ApagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora