El hombre me miró con ternura y dijo:
-Las cosas van a cambiar ahora y necesitas ser fuerte para poder seguir adelante.
El sueño se fue y abrí los ojos, era hora de ir a la escuela.
Me levanté y me arreglé, salí de casa y tomé el autobus escolar, esa mañana era diferente y no solo por el sueño ya me había acostumbrado a esos extraños sueños y creía que era solo mi imaginación, al recordar todo lo que había pasado antes, me entraron las ganas de llorar. Joder, pensé. No quería llorar, no mas burlas ni problemas. Todos hablaban en el autobús, murmuraban y caminaban de un lado a otro. Algo habia pasado. Nadie me hablaba, pasaban a un lado de mi como si no estuviera, me sorprendía que bien podian ignorarme. Claro, pensé, nadie quiere hablar con una loca.
Me senté en el mismo asiento de siempre y era imposible no notar que alguien faltaba, dos asientos delante de mi un chico faltó, al principio creí que a eso se debía tanto alboroto. Le pregunté a una chica en el asiento delantero que sucedía. Ella me miró raro pero respondió.
-Un chico se suicidó. El que se sienta delante de mí.
El chico que se sentaba dos asientos delante de mi, estaba muerto.
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Un deseo a la media noche
FantasyLuna, un chica timida, que ha pasado su vida teniendo extraños sueños. Parecía ser solo su imaginación, pero ella nunca imaginó que eso la definiría como humana o no. Un chico de su escuela se suicida y esa misma noche en su sueño le conceden un des...