Numb | Stoliz

10: Consejo

"Creo que deberías reconsiderarlo" la voz de Vassago, que atravesó su autodesprecio, hizo que Stolas se sobresaltara y miró hacia el noble sentado en el banco a su lado. "¿Cuándo había llegado allí?"Stolas, tienes que luchar contra esto.

"Estoy harto de luchar" suspiró Stolas. "Harto de causar problemas, de lastimar a las personas que me importan, todo porque pensé por un momento que tenía una opción."

"Tienes una opción" presionó Vassago. "No hagas esto."

"Aprecio tu preocupación" murmuró Stolas "Pero simplemente no veo una manera de evitarlo."

"Solo necesitamos presentarnos frente al consejo nuevamente, presentar nuestra evidencia de que tu relación con Blitz..."

"No" respondió Stolas. "Por favor, Vassago. Prefiero concentrarme en mi familia, en Via. Eso es suficiente para mí."

"Eso no es lo que quieres, y lo sabes" Vassago le apretó el hombro y lo miró a los ojos. "Stolas, si dejas que te intimiden, será casi imposible revertirlo. Lo mínimo que puedes hacer es ganar tiempo. Déjame presentar la apelación ahora, ganar algo de tiempo, darte algo de tiempo."

La puerta de la sala del consejo se abrió de repente y una mayordoma salió. Llevaba un gran pergamino, atado con magia oscura y vinculante. Esa hoja de papel sería el fin de su vida tal como la conocía.

Stolas iba a vomitar.

Por un momento, no pudo moverse, como si fuera de piedra. Sus brazos se sentían pesados, sus piernas más pesadas, su propio aliento petrificado en sus pulmones. Por un momento agonizante, el pánico lo consumió mientras se obligaba a ponerse de pie. El mayordomo lo estaba esperando pacientemente.

Vassago también se puso de pie, mirando ceñudo el documento. "Entonces, yo también voy. Defenderé mejores términos y me dará una mejor idea de cómo revertir la decisión cuando cambies de opinión. "

Stolas no pudo evitar sonreír. Stolas siempre había sido un paria en la sociedad Goetia, siempre el extraño que no pertenecía a ese grupo. Él y Vassago no eran muy cercanos, per se, pero si Stolas siempre había sentido eso, si alguien en la sociedad Ars Goetia podía entenderlo, ese sería Vassago. Habían trabajado juntos antes, ya que sus tareas tendían a superponerse.

La diferencia era que a la gente le agradaba Vassago, un Goetia lo respetaba.

En muchos sentidos, Vassago le recordaba a Blitz. Ambos eran audaces, valientes y temerarios, luchaban por lo que creían y al diablo con las consecuencias. Sus humores eran similares, aunque Stolas prefería las bromas exageradas de Blitz a la forma más sutil en que Vassago bromeaba. Tal vez, en otra vida, pudiera ver a Vassago y Blitz siendo amigos.

La idea de un grupo de amigos de verdad, un grupo de apoyo, le provocó un profundo dolor en el pecho a Stolas y apartó esos pensamientos de su mente. No serviría de nada detenerse en ellos.

Aun así, si había una posibilidad de que se liberara, Vassago sería quien podría defenderlo. Stolas simplemente no creía que valiera la pena luchar por ello si solo estaba destinado a perderlo todo y estar solo, sin importar el resultado.

"Su alteza", un asistente nacido del infierno dio un paso adelante con una reverencia. "Están listos para verlo ahora".

Stolas estaba congelado, no habría vuelta atrás después de esto.

Se obligó a ponerse de pie, alisarse la túnica y liderar el camino por el pasillo. El Consejo se había dispersado, inundando el pasillo para comenzar la parte de socialización del día. Diez de la mañana, arruinar la vida de Stolas. Mediodía, tener una charla.