Amar en secreto:un amor de adolescente

final

**Capítulo Final: El Adiós de Coray**

Después de la intensa batalla en el reino celestial, donde Coray se enfrentó a Leonel, el eco de la victoria aún resonaba en su corazón. La luz que había surcado el cielo durante la pelea ahora se desvanecía, dejando una calma inquietante en su interior. Coray había conseguido derrotar a su enemigo, pero el precio de esa victoria era un peso que debía cargar solo.

Días después, Coray regresó a la preparatoria. El ambiente era el mismo, pero él ya no era el mismo. Caminó por los pasillos, recordando risas y momentos compartidos con sus amigos. Sin embargo, había algo que necesitaba hacer antes de partir: despedirse del árbol que había sido testigo de sus sueños y sus luchas.

El árbol se alzaba imponente en el patio central, con sus hojas brillando bajo el sol del atardecer. Coray se acercó y acarició su tronco robusto, sintiendo una conexión profunda. "Gracias por estar aquí", murmuró, recordando cada secreto que había compartido con él y cada promesa de futuro que había hecho bajo su sombra. "Siempre serás parte de mí".

Al día siguiente, la voz de su madre lo despertó con una mezcla de ternura y determinación. "Coray, es hora de partir". Él asintió, comprendiendo que su destino lo llamaba hacia nuevas aventuras. Pero había algo más que debía hacer antes de irse.

Con el corazón acelerado, Coray se dirigió a casa de Lisa. Cada paso lo acercaba a una despedida que sabía sería dolorosa. Al llegar, la vio sentada en el jardín, envuelta en la luz dorada del sol vespertino. Se acercó lentamente y se detuvo frente a ella.

"Lisa", comenzó Coray, sintiendo las palabras atoradas en su garganta. "No puedo irme sin decirte lo que siento". Ella levantó la mirada, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y tristeza.

"Te amo", continuó él con firmeza. "Te amaré por los siglos de los siglos". En ese instante, el mundo pareció detenerse; las palabras flotaron entre ellos como un juramento eterno.

Lisa sonrió con lágrimas en los ojos y asintió lentamente. "Siempre estarás en mi corazón, Coray". Se abrazaron con fuerza, como si quisieran fusionar sus almas antes del inevitable adiós.

Con un último vistazo a su amor y al hogar que dejaba atrás, Coray se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su destino desconocido. Sabía que aunque las distancias podrían separarlos físicamente, siempre llevaría consigo la esencia de aquellos momentos vividos y los sueños compartidos.

Y así, mientras el sol se ponía en el horizonte y las estrellas comenzaban a brillar en el cielo nocturno, Coray partió hacia nuevas aventuras con el corazón lleno de amor y esperanza.

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En ese momento aquel angel partió, con tristeza y todo pero sabía que lisa fue un amor que lo destruyó poco a poco.