Intenta imaginar el número de personas que conocemos a lo largo de nuestra vida. Es imposible. Es incontable. No podemos recordar a la mayoría. Demasiados rostros, demasiadas historias, demasiados nombres. Pero, hay algunas que sí que recordamos. ¿Por qué? Porque son diferentes, especiales, tienen algo que las hace únicas, las recordamos porque nos marcan, dejan su huella, como un trazo de pincel en un lienzo blanco. Es lo que somos, lienzos en blanco deseando ser pintados, convertirse en un cuadro, cada una de las personas importantes para nosotros, va formando esa obra de arte final... nuestra vida. No importa el poco tiempo que están personas permanezcan en nuestra vida, como hayan llegado o como se hayan marchado, lo importante es la marca que dejaron, impresa, en nosotros para siempre.
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Almas, amores y otras decepciones.
Spiritual¿Poesía o prosa? No importa, aquí filosofearé de todo y nada, del bien y el mal, del amor y el odio, de la vida y la muerte.