Restrooms

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La semana transcurrió con tranquilidad, entre entrega de trabajos, tareas asignadas y algunas evaluaciones. La vida universitaria le estaba sentando bastante bien para estar a mitad de la carrera. Y no es que su pasión sean los negocios y la administración o la gestión y la contabilidad, pero Louis siempre fue bueno con los números y bien organizado, así que estudiar Administración y Gestión Empresarial solo era el siguiente paso.

Viernes en la tarde, Louis se juntó con sus amigos Kyle, Patrick, Niall y Priscilla, la novia de Niall a ver un partido de futbol en el bar local cerca de la universidad. Su equipo iba ganando, todos estaban felices y entusiasmados. Al medio tiempo, llegaron Josh y Harry y se sentaron en la barra junto al grupo. Harry estaba sentado al lado de Louis, podía sentir su calor corporal y los vellos de su brazo erizándose.

–Relájate, esto debería ser entretenido. Vamos ganando –, le susurró Harry en su oído.

–Estoy relajado –dijo y continúo mirando la pantalla. Al menos lo intentó.

Sentía el rostro caliente así que se paró y se dirigió a los baños del lugar.

Se lavó el rostro con agua fría esperando que el calor se le pase. Escucho la puerta nuevamente ser abierta y cerrada. Miro a través del espejo. Otra vez el niño rizado. Por qué parecía que lo estaba siguiendo a todas partes.

–¿Me estas acosando? –soltó Louis sin pensar.

–No.

–¿Por qué te veo a todas partes dónde voy?

–Es un país libre y compartimos el mismo círculo de amigos.

Louis soltó un bufido, el parecía verse estresado, cansado y avergonzado y Harry se veía relajado, impecable y con esa estúpida sonrisa altanera.

Louis se dio vuelta y se apoyó en el lavabo. Harry se acerba lentamente.

–Louis ¿por qué parece que me odias? –. Ni si quiera lo decía con molestia o rencor. Hasta en eso era perfecto.

–Yo no te odio. Simplemente no me agradas tanto.

–Yo qué te he hecho.

–Eres tú, todo tú, tu sonrisa ladina, sus aires de grandeza...

–Eso se llama tener confianza –. Harry no dejo su sonrisa de lado en su rostro mientras se acerca a Louis –. Y un poco también ser amable.

–Bien pues no lo soporto.

–Parece que no todo tu cuerpo recibió la notificación – dijo Harry señalando sus pantalones. Evidentemente su cerebro no envió la noticia a todo su cuerpo sobre el desagrado hacia Harry.

–Ya te lo había dicho es una reacción completamente normal ante el estímulo –. Louis iba a defender hasta el último.

–¿Cuál estimulo? –. Harry simplemente no podía dejar de ser tan coqueto como era, así era su forma natural de ser, y eso a Louis le exasperaba, lo irritaba. Y lo excitaba.

–Esta vez seré yo quien te devuelva el favor –. Harry se acercó hasta estar a centímetros de su cara. Le dio un ligero y muy rápido besito en sus labios. Y bajó. Se arrodilló. Lentamente abrió los pantalones de Louis. Tomo su polla entre sus manos y comenzó a masturbarlo. Harry levanto la cabeza y miro fijamente a Louis. Este cerro los ojos de placer. Emitía pequeños gemidos. De un momento a otro y sin avisar, Louis sintió algo húmedo alrededor de su polla. Miro hacia abajo y vio a Harry metiéndoselo en la boca. Succionaba con entusiasmo. No parecía que diera marcha atrás. Todo lo contrario. Harry le estaba dando la mejor mamada de su vida. Harry jugaba con su lengua y con la frecuencia de sus lamidas y succiones. Podía comenzar a sentir el sabor salado de Louis. Y Louis se sentía que estaba entrando en trance. Tomo con su mano la cabellera rizada y comenzó a darle más ritmo. A su ritmo. Y por fin podía sentir que tenía el control, y estaba bien con esto.

Louis tiró su cabeza hacia atrás, y con una gran y profunda embestida en la garganta de Harry se derramo dentro de él. Salió de su boca y observó a Harry tragarlo, ambos mirándose fijamente y nuevamente apareció esa estúpida sonrisa de lado en el rostro de Harry. El asunto de la situación era que una sonrisa de lado apareció también en el rostro de Louis. 

Spicy L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora