Empecé a ganar sensibilidad en un eroge

Uno de mis Intentos de Salvar a Laura

Esa es la primera bandera de la muerte. Bastante brutal, si me permiten decirlo.

Miro a Laura, que está intentando escribir las tonterías en la pizarra. ¡Pero en serio, es preciosa!

La forma en que anota todo con diligencia, combinada con su cabello castaño que se balancea lentamente al ritmo de su esbelto cuerpo, es simplemente de otro mundo. Sus ojos están intensamente enfocados en la sombra del profesor frente a ella. No existe ni un rastro de distracción en su encantador rostro.

Seria, directa, decía lo que pensaba, esa era su personalidad. La pobre chica fue asesinada por eso.

Esto es solo entre nosotros, pero yo solía tener sentimientos por ella. ¿Quién no los tendría? Tal vez incluso me gusten todos los personajes femeninos del juego. Después de todo, solo los he visto a ellos toda mi vida. Si no tuviera emociones cuando estuviera rodeado de chicas hermosas, habría sido bastante gay.

Pero mis sentimientos definitivamente no son amor. No me malinterpretes.

*!!??*

¡Siento que alguien me mira! ¡Se me pone la piel de gallina en todos los brazos!

¿Quién es ese? Giro la cabeza hacia la mirada y veo que Rachel y Kurokawa lanzan miradas fulminantes hacia mi lado de la clase.

¿Qué les pasa a ustedes dos? ¡No importa lo que estén pensando, por favor, deténganse!

Como si pudieran oír mi voz, giran sus rostros nuevamente hacia el tablero.

No pueden oír mi voz ¿verdad?

¿Pueden ellos...?

Tengo un poco de miedo de pensar que esas chicas leen mis pensamientos internos...

*¡Ejem!*

Volvamos al caso de Laura. No debemos distraernos todo el tiempo. Esas locas pueden hacer lo que quieran. ¡A mí me importa un carajo!

Si pudiera desviar la tragedia del representante de la clase, lo haría. Lamentablemente, por más que lo intentara, el juego siempre se reiniciaba.

Os contaré cómo fue aquella vez que intenté cancelar su trágico destino.

La última vez que lo hice, terminó mal para los dos. En primer lugar, tenga en cuenta que la representante de la clase nunca me prestó atención. No hubo interacción entre nosotros, tal como en el guión original. Solo yo, con mi sensibilidad, recordaba las veces que ella murió.

Cuando los acosadores obligaron a Laura a tirarse al suelo, entré corriendo para salvarla. El lugar era el aula en lugar del almacén. La razón era que quería ayudarla lo antes posible. En lugar de esperar, de ninguna manera iba a mirarla arrastrada como si fuera una alfombra usada.

Estuve esperando que el juego se reiniciara todo el tiempo.

Por cierto, el tiempo de reinicio nunca es estable. Puede ser inmediato o después de un tiempo. El momento del reinicio depende de si el sistema encuentra un error o no. Solo para que lo sepas.

Tres matones atacaban a Laura. Dos se reían y le decían cosas obscenas a Laura, y el otro le tiraba del pelo. Me quedó claro quién lideraba ese equipo. Era el chico al que Laura se enfrentó, el que estaba enamorado de Rachel.

La representante de la clase estaba tumbada en el suelo frío y lloraba desconsoladamente. Probablemente le resultaba insoportable que la abrazaran así. Sin embargo, no suplicaba. Incluso en este tipo de situación, mantenía la moral en alto.

La admiré mucho por eso.

"¡CORRAN AHORA!" grité con todas mis fuerzas, tratando de distraer a los agresores. En mis manos estaba el cuchillo que había robado de la casa de Rachel.