No le pertenezco a nadie,
me pertenezco a mí mismo;
no ha existido, quien logre detenerme,
camino libre, arrancando cada prejuicio
cortando las ataduras.
Algunas personas,
me llaman soñador,
cuando me considero,
todo un triunfador;
aprendí, de las desilusiones;
en cada una, de las caídas de la vida,
fui curándome,
con las nuevas posibilidades;
a la cuales, le abrí las puertas,
para volver a rencontrarme con el amor;
ese amor, que fue reestructurando,
aquellos trozos de fragilidad,
el cual fue borrando,
el amargo sabor, de las cicatrices,
de estragos desamores;
soy un libertador, pese a las emociones,
que me llevaron,
viviendo entre la agonía;
y el dolor, entre lágrimas y risas.
Me forje siendo realista,
porque ya no hay,
nada, que me lo impida;
amé, en su momento, aquellas palabras,
tan vacías y frías.
Amo, a quien, está a mi lado,
amaré, a quien,
realmente lo merezca;
mi atención,
no se encuentra,
vagando por ahí,
ni dejando, ilusiones descarriladas,
esta solo de cautivara,
cuando logre perderme en su mirada.
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A Un Ritmo Descontrolado
PoetryEl dolor es el más agradable placer de haber conocido el amor. Sin embargo, el amor es el más cruel y dulce dolor. Dominick F. Leyva mi segundo libro de poemas