Obsesión (Hisoka y Tú)

Capítulo 3

La noche se le hizo demasiado corta, prácticamente se había desmayado sobre la cama después de haber tenido todas esas emociones tan fuertes; no sabía como presentarse al trabajo así, no sabía como hablarle a su mejor amigo, no sabía si podía verlos a la cara de nuevo, no sabía nada y no quería ni levantarse de la cama.

Estaba reconsiderando qué tanto necesitaba dinero para vivir cuando tocaron a la puerta.

— ¡Señor Hisoka! — no esperaba encontrarse de frente con él tan temprano en la mañana, rápidamente el color rojo subió a su rostro al recordar vívidamente la noche anterior

— ¿Estás intentando tentarme con esa ropa? — una enorme camisa era todo lo que cubría su cuerpo 

— Y-yo — tomo con sus manos la tela para estirar y cubrir lo más posible 

— Solo bromeo — sus labios se curvaron en esa burlona sonrisa que siempre traía — ¿puedo pasar, bonita? — lo hizo entrar y acomodarse en el único sofá del apartamento 

Nunca había conocido ninguna vida de lujos y ese pequeño lugar con una habitación, cocina, baño y un sofá era todo lo que tenía ahora que era un adulto con trabajo. Era lo básico y suficiente para vivir, pero tal vez no era lo más lujoso para invitar a nadie.

— ¿P-puedo ofrecerle café? — no se le ocurría algo coherente para decir 

— No hace falta, vine aquí solo para hablar contigo — la tomó del brazo para hacerla sentar justo a su lado — sé que estás confundida sobre anoche y solo quiero tranquilizarte — dejó que sus dedos acariciaran las manos de la chica

— Es que... no sé qué pensar ahora — ¿Cómo es que el mayor sabía justo lo que le pasaba a su cabeza? 

— ¿Sobre tus amigos?

— Sobre todo, ellos se estaban besando y, carajos, vi a mi mejor amigo excitado y gimiendo y ellos estaban tocándolo y... y no sé... es demasiado e Illumi estaba manoseando su cuerpo, ¿no se supone que son hermanos?, no quiero juzgarlo porque lo aprecio mucho, pero tampoco sé si es correcto que hagan eso y luego yo... en el armario... yo h-hice eso y... lo siento.

Estaba muy confundida acerca de todo, ¿qué mierda le estaba pasando a su tranquila vida?, porque no entendía para nada el efecto que el mayor estaba teniendo sobre ella desde el día que lo conoció; rompiendo sus principios sin que opusiera resistencia.

Era una polilla yendo hacia la luz a pesar de saber que podía morir.

— Oye — esas perfectas manos se posaron en su mejilla para hacerla mirar en su dirección — nada malo está pasando, ¿viste la expresión en el rostro de tus amigos?

— Estaban excitados y...

— Y estaban felices. No tiene nada de malo, bonita. Puede que este ambiente no sea el más ortodoxo, pero no significa que, porque tú no estés acostumbrada, esté mal; ¿Viste a tus amigos?, solo son un poco gays, sin embargo, siguen siendo las mismas personas en tu vida

— No me importa que sean homosexuales, de hecho siempre me parecieron bastante gays. ¿Pero Illumi?

— Oye, no te sobre cargues con eso. Puedo decirte, de todos los años que conozco a Illumi, que nunca lo ha visto como su hermano, es más como si estuviera imprimado, es una obsesión muy fuerte que luego se trasmitió también a Gon cuando lo conoció. Nunca entendí su locura y hasta me burlé, pero el karma es una perra, al parecer.

Seguía sorprendida, pero de alguna manera tranquila, era un efecto raro; esa presencia calmaba su ser y a la vez le agitaba el corazón. Quería ser una buena amiga, pero tal vez eso iba a implicar tener una mentalidad más abierta de la que tenía ahora.